«Freud en Argentina: a 80 años de su fallecimiento» indaga en las diferentes vías por las que las ideas freudianas llegaron a implantarse en amplios territorios de nuestra cultura, hasta convertirse en herramientas claves para aliviar nuestros sufrimientos y para pensar nuestras vidas, nuestros conflictos y nuestros modos de vincularnos, explicó a Télam el curador de la muestra Luis Sanfelippo.
La exhibición reúne publicaciones médicas, revistas culturales, periódicos de tirada masiva, libros psicoanalíticos, trabajos de divulgación, películas, obras de teatro y cartas de grandes figuras del psicoanálisis que mantuvieron intercambio epistolar con famosos psicoanalistas argentinos.
La muestra está organizada en torno a cuatro ejes: los debates previos a la creación de las asociaciones de psicoanalistas (1910-1939), la institucionalización del psicoanálisis en la Argentina (1942-1976), la diseminación de las ideas psicoanalíticas en la cultura (1910-1976) y los trabajos de traducción de la obra freudiana al castellano (1922-2019), precisó Sanfelippo, coordinador del Centro Argentino de Historia Psi.
En diálogo con Télam, Sanfelippo se refirió a la exhibición que se podrá visitar hasta diciembre en la Sala Ortiz, de la Biblioteca Nacional.
– Télam:¿De qué manera gravitó el psicoanálisis y la figura de Freud en la Argentina?
– Luis Sanfelippo: A diferencia de lo que ocurre en otros países del mundo, la presencia del psicoanálisis en la Argentina excede en gran medida el círculo reducido de los especialistas y el territorio específico de las prácticas terapéuticas. Es claro que en nuestro país existe un gran número de instituciones psicoanalíticas y que muchos psicoanalistas, psicólogos y psiquiatras orientan su quehacer cotidiano a partir de concepciones provenientes del psicoanálisis. Este rasgo otorga un matiz diferencial al campo de la salud mental vernáculo respecto de otros territorios donde son predominantes otras orientaciones terapéuticas (como las terapias cognitivo-conductuales o los abordajes predominantemente farmacológicos). Pero, además, las huellas del psicoanálisis aparecen diseminadas en amplios sectores de la cultura argentina, desde las expresiones artísticas como la literatura, el cine, el teatro o las artes plásticas hasta los grandes problemas y debates que atraviesan nuestra sociedad como la violencia de género, las sexualidades diversas, los derechos de las infancias o las tensiones políticas.
– T: ¿Cómo influyó la irrupción del psicoanálisis en el panorama cultural y en la publicación de obras al respecto?
– L.S.: El impacto del psicoanálisis en amplios sectores de la cultura argentina responde a diferentes procesos históricos. En primer lugar, la recepción de las ideas freudianas en algunos sectores de la medicina que, sobre todo desde la década de 1930, creyeron encontrar en el psicoanálisis las herramientas para una renovación de los paradigmas psiquiátricos positivistas y para el abordaje de nuevos problemas clínicos (las neurosis, las enfermedades psicosomáticas, los tratamientos ambulatorios y las psicoterapias, los problemas de la infancia). Este proceso no puede ser visto como una mera incorporación pasiva de categorías producidas en el extranjero sino, más bien, como un activo proceso de lecturas y de apropiación de ideas y de prácticas que respondían también a intereses y problemas locales. En segundo lugar, una intensa tarea de divulgación llevada adelante por los psicoanalistas argentinos, que pretendía mostrar a un público amplio el potencial del psicoanálisis para los problemas propios de una sociedad moderna. En tal sentido, durante la década de 1960 se hizo habitual la presencia de psicoanalistas en columnas de diarios, en revistas culturales como Primera Plana, en programas televisivos, en libros de editoriales con tiradas masivas. En tercer lugar, la fuerte presencia del psicoanálisis en las carreras de Psicología, creadas en nuestro país a partir de 1955.
– T: ¿Cómo se imbricó el psicoanálisis con las expresiones literarias y artísticas?
– L.S.: Escritores y artistas hicieron su propia recepción de las ideas freudianas, pero también fue habitual que algunos psicoanalistas incursionaran en las producciones literarias y culturales. Por otra parte, se dio la aparición de varias editoriales (Paidós, Nueva Visión, Letra Viva) especializadas en psicoanálisis y ciencias sociales, que apuntaban a un público interesado aunque no necesariamente a especialistas. Hubo también entrecruzamientos del psicoanálisis con las ideas y las vicisitudes políticas de nuestro país, como los movimientos reformistas, el marxismo y la lucha armada.