El estudio liderado por el doctor Claudio Alonso, investigador del Wellcome Trust y Profesor de Neurobiología del Desarrollo de la Facultad de las Ciencias de la Vida de la Universidad de Sussex, en el Reino Unido, permitió establecer cómo movimientos tales como la corrección de la postura depende de un simple sistema genético, informó la agencia CyTA de la Fundación Leloir.
El hallazgo, que se realizó en moscas del género Drosophila, brinda un marco para comprender mejor la base molecular del control del movimiento y en el largo plazo podría contribuir a un mejor entendimiento de patologías que afectan el control motor.
«A pesar de que los insectos y los mamíferos (incluyendo al ser humano) son muy distintos entre sí, los programas genéticos que controlan su formación y funciones vitales son muy semejantes», afirmó el investigador, quien egresó de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA .
Alonso y la doctora María Eugenia Chiappe, egresada también de la UBA y actual investigadora de la Fundación Champalimaud en Lisboa, publicaron un artículo en la revista «Current Biology» que el gen «miR-iab4» reprime a otro gen perteneciente a la familia de los genes Hox y modifica la fisiología neuronal que permite corregir la postura en diferentes circunstancias.
Antes de este trabajo, la comunidad científica pensaba que los genes «Hox» solo participaban de procesos vinculados con el desarrollo como la formación de estructuras corporales y el cerebro, pero la investigación actual sugiere que que también están involucrados en el comportamiento.
Del avance también participaron el primer autor del trabajo, Raouf Issa, y João Picao-Osorio, ambos integrantes del grupo de Alonso, así como Nuno Rito, del laboratorio de Chiappe.