La riqueza de Argentina en descubrimientos paleontológicos es enorme. Es otro motivo, además del fútbol, para decir que somos potencia mundial. El país forma parte de una pequeña elite de cuatro naciones (entre las que también figuran Estados Unidos, Mongolia, y China) que aportó la mitad de todas las especies de dinosaurios que se conocen en el planeta. En el territorio argentino en particularse descubrieron más de 80 especies de dinosaurios. Es el 10% de las 800 que se conocen hasta ahora en todo el mundo.
La fertilidad paleontológica del terreno argentino es tal que, según los expertosn, en un año pueden encontrarse hasta cinco especies nuevas de estos animales prehistóricos. Hay varias razones detrás de este fenómeno.
«En Argentina hay más de 240 paleontólogo de excelente nivel. Hay cientos de expediciones por año que se hacen en todo el país. Es una cantidad de trabajo y exploración muy importante«, explica Diego Pol, paleontólogo, investigador del Conicet, especializado en dinosaurios de la Patagonia, que habitaron durante el Mesozoico.
Dinosaurios en Argentina
Fernando Novas, paleontólogo del Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia de Buenos Aires, también resalta el capital humano en este terreno. «Tenemos una larga tradición científica en paleontológicas que arrancó con Florentino Ameghino y Carlos, su hermano. Y después siguieron Osvaldo Rey, José Bonaparte y Rodolfo Casamiquela, que produjeron una revolución al comienzo de la década de 1960. A partir de ese momento, comienza un profundo interés por los dinosaurios en nuestro país», sintetizó Novas.
Otra causa detrás de los numerosos hallazgos de fósiles, también fundamental, radica en las condiciones naturales de la Argentina.
El territorio nacional tiene varias ventajas. Una es su gran superficie, que llega a unos tres millones de kilómetros cuadrados. «Todos los países con grandes extensiones de tierra, como el nuestro, Estados Unidos y China, son fértiles en descubrimiento de fósiles», comenta Sebastián Apesteguía, paleontólogo, investigador del Conicet y integrante de la Fundación Azara.
La topografía nacional es otra clave. «En Argentina vivían tantos dinosaurios como en cualquier parte del mundo. Pero el paisaje favorece los descubrimientos. Un terreno con pocas montañas, zonas llanas, permite que los fósiles de animales que murieron hace 100 millones de años aparezcan en la superficie«, agrega Apesteguía, en referencia la Patagonia, la zona con más hallazgos.
Diego Pol coincide en que ese aspecto geográfico marca la diferencia con otros países del mundo. «La cordillera de los Andes es una cadena montañosa nueva. Apareció al final de la época de los dinosaurios. Y lo que provocó fue que los huesos que estaban enterrados a 200 metros de profundidad emergieran en rocas en la superficie«.
Los especialistas también subrayan el predominio de la aridez del terreno argentino. «El 70% del país es árido, Hay poca vegetación. Esto permite encontrar a simple vista los fósiles en las rocas», agrega Sebastián.
Reconstrucción del Giganotosaurio exhibida en la Academa de Ciencias Naturales de Filadelfia, en 1997. (Reuter)
El hecho de que los huesos se encuentren en la superficie es clave. Porque, según los expertos, «no hay herramientas tecnológicas que permitan encontrar los fósiles». «Este es un trabajo artesanal. Lo que hacemos es recorrer grandes extensiones de tierra y vamos viendo con mucha atención el terreno. Cuando encontramos una huella o un pedacito de hueso, ahí hacemos los descubrimientos. En cambio, es casi imposible encontrar los fósiles que están enterrados», explicó Apesteguía.
Otro privilegio que tiene el pais, en este sentido, es que con el surgimiento de los Andes, los fósiles quedaron ordenados cronológicamente. «Cerca de la cordillera encontrás los animales más antiguos y yendo para la costa, los más nuevos», agrega el experto.
Hallazgo del dinosaurio más grande del mundo: el Patagotitan.
Fotografía cedida por el Museo Field de Chicago que muestra el molde del esqueleto del Patagotitan Máximo, el dinosaurio de 37 metros de largo hallado en Argentina. (EFE)
Los paleontólogo argentinos encontraron decenas de ejemplares autóctonos, que habitaron sólo en la Argentina. Entre ellos, los más grandes del mundo como el Giganotosaurus Carolini, el carnívoro de mayor tamaño jamás encontrado, que vivió hace 100 millones de años, medía cerca de 15 metros y pesaba 15 toneladas. Y el Patagotitan, el descomunal herbívoro que caminó por lo que ahora es Chubut hace más de 100 millones de años, con 37 metros de altura. Pesaba más de 70 toneladas.
«Llama la atención que los dinosaurios de la Patagonia sean tan descomunales«, comentó Fernando Novas. Y agregó que «quizá la razón es que, con la desaparición del puente terrestre que conectaba América del Norte y del Sur durante el período Cretácico, los dinosaurios evolucionaron de forma aislada en cada continente«.
Diego Pol aporta otra posible explicación para el gigantismo de las especies del «parque jurásico» argentino. «Los ambientes de la región sur eran más cálidos y húmedos y de una productividad de materia vegetal muy alta, suficiente para proveer alimento y energía a estos gigantes», afirma.
Fuente: Clarín