Más de 200.000 personas visitaron la Usina del Arte en vacaciones de invierno y disfrutaron de más de 500 propuestas gratuitas
.Estas vacaciones de invierno, la Usina del Arte fue el gran punto de encuentro de chicos y chicas que, junto a sus familias disfrutaron de más de 500 actividades completamente gratuitas organizadas por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.
Más de 200.000 visitantes fueron parte de esta experiencia en la que no faltaron las risas y la diversión de la mano de shows, talleres, espectáculos, arte y juegos especialmente pensados para cada etapa de crecimiento de los chicos y chicas de entre 0 a 12 años.
La inauguración de iUpiiiii, el primer espacio cultural dedicado a la primera infancia de la ciudad, fue la gran revelación que no cesó de recibir visitantes de lunes a lunes, y que además llegó para quedarse en la Usina durante todos los fines de semana del año. En este espacio, los bebés de 0 a 3 años pudieron disfrutar de un colorido recorrido pensado para estimular sus necesidades: la curiosidad, la sorpresa, la sensorialidad y el juego. Una propuesta creada por especialistas que incluye juegos de encastre, animales interactivos, una pirámide luminosa con sonido y texturas, un gran tobogán en forma de arco iris y más juegos que llegaron a la Usina para quedarse durante el resto del año.
Como siempre, las mujeres fueron protagonistas en la Usina, de la mano de una nueva muestra participativa en la que los participantes tuvieron la oportunidad de conocer la obra y la vida de Lola Mora. Especialmente diseñada por la Usina y la editorial Arte a Babor, “Lola Mora, Viaje a un Tiempo de Pioneras” continuará hasta el 8 de octubre, con distintas estaciones para descubrir las obras de la escultora y su lenguaje artístico en una invitación a viajar en el tiempo para conocer cómo era la sociedad en la que desarrolló su talento.
En el Bajo Autopista, nuevos espacios se colmaron de chicos y chicas ansiosos por participar: la Pista Urbana, donde elhip hop, el trap, el slackline, el break dance y el street art compartieron espacio con el Club: canchas de fútbol, básquet 3 contra 3, fútbol tenis, exhibiciones, partidos, mesas de ping pong y metegoles que también se quedarán en la Usina para los vecinos de la ciudad. En la zona Pic-Nic, las familias pudieron hacer una pausa para disfrutar de una rica merienda traída desde casa o degustar las opciones de los diferente Food Trucks. En el Atelier, los pequeños visitantes pudieron potenciar la creatividad jugando y aprendiendo dibujo sobre ventanales, pintura en caballete, papel maché, grabado y serigrafía, entre otros talleres.
En el interior del histórico edificio también hubo propuestas para todos los gustos: en la Zona Comic, los más chicos desbordaron de convocatoria los talleres de historieta, stop motion y animación; en la Libroteca, chicos y chicas de todas las edades pudieron explorar libros en un ambiente relajado y participar de actividades lúdicas con foco en la literatura infantil. El Boliche fue uno de los grandes hits de estas vacaciones. Un espacio en el que se armó una pista con clases de baile para todas las edades y todos los ritmos: coreografías de películas, percusión corporal y con elementos, Hip hop & street dance, pista libre y hasta Afro Mama Danza para embarazadas pusieron a grandes y chicos a bailar. Además, se creó una Zona Tech, que no paró de recibir visitantes que llegaban para disfrutar con amigos de estaciones para aprender a ser Djs, consolas y PC gamer (Counter Strike Go!, Fortnite, APEX, FIFA, y más), una estación de Estilo con peluquería, make up, tatuajes y experimentos para divertirse con la ciencia.
Los más divertidos shows musicales y teatrales pasaron por la Usina con funciones totalmente agotadas: Mariana Baggio, Rayos y Centellas, QueBochinche, Dúo Karma, Koufekin, La Bella y la Bestia, Parlachinas, CuatroVientos, Melocotón Pajarito y Capitán Sanata, entre otros, fueron los encargados de llevar música, color, circo y títeres a los escenarios.
Y como siempre dentro de la Usina, varias propuestas de la programación de Vacaciones de invierno fueron inclusivas. Se realizaron con intérpretes de Lengua de Señas Argentina e incluyeron recorridos para que los niñas y niños con discapacidad visual pudieran realizar un reconocimiento táctil de la escenografía previo a la función.