«Cuando sea grande quiero ser un astronauta e ir a la Luna». Ése es el sueño de muchas niños y muchos niños alrededor del mundo que fantasean con travesías a través de las estrellas. Algunos de ellos dejarán ese sueño atrás con su niñez, mientras que otros continuarán imaginándose como exploradores espaciales. Y, a pesar de que no irán en una misión espacial, 50 adolescentes argentinos tendrán la oportunidad de viajar al Space Camp y experimentar el entrenamiento de los astronautas en primera persona.
Para conmemorar el 50° aniversario de la llegada del hombre a la Luna en la misión espacial Apolo 11, la Embajada de Estados Unidos en Argentina otorgó la posibilidad de que 50 estudiantes de escuelas secundarias de todo el país viajen al Centro Espacial en Huntsville, Alabama, y asistan al programa Academia Espacial Avanzada en septiembre del 2019.
Fue así que más de 900 jóvenes se postularon pero sólo 50 fueron los afortunados. De 17 provincias diferentes, fueron elegidos para participar del 22 al 27 de septiembre. En este contexto, Infobae contactó a cinco de los adolescentes que viajarán la academia Espacial Avanzada dirigida por el Centro Espacial y de Cohetes, que experimentaran a través de una inmersión en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus singlas en inglés) cómo se preparan los astronautas para las misiones espaciales.
Los participantes del Space Camp experimentaran el entrenamiento de los astronautas a través de una variedad de ejercicios, desafíos de ingeniería y actividades de formación de equipos que culminaran en una simulación de una misión espacial de duración prolongada. Los asistentes utilizarán simuladores con sillas de gravedad y flotación neutral, diseñarán y lanzarán un cohete, construirán un escudo térmico, entre muchas otras tareas de aprendizaje.
Cinco de los ganadores:
Milagros Aznarez-Ciudad de Buenos Aires
Oriunda de Capital Federal, la joven de 17 años se encuentra en cuarto año del colegio secundario de Agronomía. La embajada decidió dar 50 becas, para estudiantes interesados en la ciencia y que no tuvieran ningún medio para ir a Space Camp. «Me enteré el último día y tuve que hacer la solicitud a las apuradas porque cerraba la inscripción para postularse y no me lo quería perder para nada», dijo Menendez.
Fue así que a través de un vídeo de un minuto en inglés, la adolescente eligió explayarse y probar que realmente quería vivir una experiencia única en el mundo: «Decidí hablar sobrecampos electromagnéticos relacionados con animales. Estaba muy nerviosa pero tenía como objetivo dar lo mejor de mí».
Fue así que durante tres semanas, la adolescente estuvo a la expectativa de lo que podía llegar a pasar. «La verdad es que pensé que no iba a quedar seleccionada. Estaba re ansiosa y me terminaron llamando a las 7 de la tarde, así que fue toda una sorpresa», enfatizó la joven.
Es así que en septiembre la adolescente irá junto con otros 49 argentinos a disfrutar de una experiencia única y espera poder incorporarla en su futuro. Aunque jamás imaginó ir a la NASA, está empezando a tomar dimensión de lo que vivirá en los próximos meses. «Cuando termine el colegio me encantaría estudiar biología apuntada al espacio y creo que esta experiencia me puede ayudar mucho», concluyó Aznarez.
Abigail Nazar Ibañez,-Santiago del Estero
Con 16 años, la joven de Santiago del Estero siempre fue amante de la ciencia. Cuando llegó la oportunidad de inscribirse para la beca no lo dudo. «En mi casa empecé a practicar y elegí hablar sobre la tercera ley de Newton, que es un tema con el que me siento bastante cómoda», dijo a este medio.
Abigail tiene definido que cuando termine la secundaria quiere estudiar medicina o biotecnología. Sus familiares y conocidos la alentaron a participar del programa. «Cuando me enteré de que había quedado, estaba en el colectivo volviendo del colegio y empecé a gritar de la felicidad. No lo podía creer», enfatizó Ibañez.
«Mis expectativas están por las nubes. Sé que van a pasar cosas muy buenas, la vamos a pasar increíble. La verdad es que uno piensa que son cosas que nunca van a pasar, ‘¿cómo vas a ir a conocer la NASA?’. Haber quedado fue impresionante, estoy realmente feliz así como mi familia y amigos», concluyó.
Tomás Agustín Nieto- Aristóbulo del Valle, Misiones
«La idea de participar en la beca nació gracias a mi hermano mayor que es Licenciado en genética. Él me incentivó siempre por el lado de la ciencia. En el video elegí un tema simple: el átomo. Mi objetivo era que cualquiera pueda verlo y aprender lo básico sobre el átomo«, comentó a este medio Tomás Nieto.
Cuando se enteró de que había sido seleccionado, el joven se encontraba con su madre y le pidió si podía leerle la lista completa ya que estaba muy nervioso: «No lo podía creer, fue un momento muy especial. Estoy con las expectativas por el cielo. La verdad es que es todo bueno, vamos a conocer a personas de todo el mundo, otras culturas y experiencias».
«Cuando llegue el momento de elegir creo que quiero estudiar ingeniería aeroespacial, pero en Argentina todavía no está. Uno por ahí cuando ve películas o series que hablan sobre el hombre en la Luna o la NASA y pensar que ahora vamos a poder ir es una cosa de otro mundo, todavía no lo puedo creer», concluyó.
Camilo De Jesús Reinoso -Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco
Al igual que en otras historias, fue gracias a una amiga que Camilo de Jesús se animó a postularse para ser becado. «Mi amiga Agustina Parra me sugirió que me anotara porque consideraba que cumplía con todos los requisitos así que lo intenté», confesó a este medio el adolescente de 16 años.
De ese modo, el joven eligió un tema con el que se sentía a gusto para hablar durante un minuto en inglés: «Fui por el tema de los agujeros negros. Me interesaba porque era un tema popular que creció mucho cuando se conocieron las imágenes, así que me explayé sobre eso».
«Nunca me imaginé ir a la NASA. Siempre me interesó la ciencia. Lo que sí recuerdo es que una vez intenté armar un cohete y ahora voy a estar tan cerca de uno; es algo increíble casi como un sueño», enfatizó Reinoso.
Si bien tenía definido que quería estudiar biología o química, al surgir esta oportunidad única cree que van a surgir otras carreras que le interesen: «Cuando vuelva voy a tener una decisión pero creo que me voy a inclinar por aeronáutica. Creo que esta experiencia me va a motivar mucho a investigar sobre otras carreras y conocer algo distinto».
Miqueas Cañete -Junín de Los Andes, Neuquén
Con 15 años, Miqueas Cañete se enteró de la oportunidad de postularse mediante la mamá de un amigo que no dudó en compartirle los formularios y condiciones para hacerlo. «Elegí hablar sobre el efecto giroscópico y fue todo un desafío hablar durante un minuto en inglés», comentó el adolescente a Infobae.
Lo cierto es que no dudó en enviar su solicitud de beca para poder participar de algo único: «Sinceramente no esperaba quedar. Después de la entrevista en inglés pensé que no me iban a elegir porque estaba muy nervioso».
Al momento de enterarse la noticia estaba junto con su familia en el auto y tuvieron que parar en la banquina para buscar una asistencia mecánica: «Saqué el celular para googlear qué teníamos cerca y me llegó la notificación. Empecé a saltar de alegría, no lo podía creer».
«Estoy feliz, ansioso y con mucha curiosidad. Sabemos muy poco de lo que que vamos a hacer. Seguro tengamos que trabajar mucho en equipo, vamos a estar en contacto con la ingeniería espacial y entre las actividades creo que vamos a tener que construir un cohete, un escudo térmico y vamos a tener una simulación prolongada. Por otro lado, vamos a simular una misión a Marte. Estamos muy entusiasmados. Con los chicos nos hicimos un grupo de Whatsapp para poder hablar entre nosotros», aseguró Cañete.
Con respecto a la carrera que quiere seguir una vez que finalice el secundario, el joven desea ser piloto de helicóptero sanitario de las fuerzas armadas: «Acá en Argentina hace falta, pero también existe la posibilidad de ser ingeniero aeronáutico. De chico pensaba ir a la NASA también desarrollar una nueva tecnología para mejorar una problemática, siempre me interesó y estoy feliz de poder cumplirlo».
La Embajada cubrirá todos los gastos del programa, incluyendo pasajes internacionales, alojamiento, comidas y seguros de salud. Los estudiantes seleccionados tendrán una jornada de orientación en la Ciudad de Buenos Aires antes de su partida a Estados Unidos.
Fuente: Infobae