Inaugurado en 1884, el museo Madame Tussauds de Londres es el primero de los que posteriormente se extendieron por el mundo -entre ellos, los de Ámsterdam, Bangkok, Berlín, Hollywood, Hong Kong, Las Vegas, Nueva York, Shanghái, Washington, México DF o Viena-. Y es considerado el más grande en su tipo, además de que se considera que no tiene competidores por la calidad de las figuras que presenta, cuidadas hasta en sus mínimos detalles. Quienes lo han visitado coinciden en que se trata de una experiencia inolvidable.
La historia de sus orígenes se remonta a la primera exposición de la escultora Marie Tussaud -nacida en Estrasburgo, Francia en 1761, y que había aprendido el oficio del doctor Philippe Curtius, que creaba modelos de anatomía en cera-, en 1835. Su éxito fue abrumador y dio pie al montaje del museo, en el mismo edificio en el que se encuentra en la actualidad.
Desde entonces y hasta aquí, el Madame Tussaud’s Museum ha recibido alrededor de 500 millones de visitantes de todas partes y atrae a más de 2,5 millones de personas cada año.
Con esa perspectiva de negocio es que la compañía Lego decidió y comunicó, a través de la fundación familiar Kirkbi, su accionista mayoritaria, la compra del museo, junto a la de la gran Noria de Londres: dos atractivos por los que desembolsó un total de 7.475 millones de dólares y que pertenecían a la misma firma, Merlin Entertainment.
Pero ¿cómo es por dentro y por qué es tan famoso el Madame Tussauds londinese?
Así se modelan las figuras, que son un 2% más grandes que los modelos reales, porque con el tiempo la cera encoge / AFP
Lo que más sorprende a los visitantes -incluso quienes han visto otros museos semejantes, es toparse con la réplica exacta de 400 personalidades del mundo del espectáculo, la política, el deporte y la cultura que se despliegan a lo largo de 11 zonas temáticas.
La realeza inglesa.
En la primera de ellas, se celebra una fiesta en la que los invitados son grandes celebridades como Morgan Freeman, Leonardo DiCaprio, Nicole Kidman, Brad Pitt o Angelina Jolie. Grandes deportistas como Tiger Woods o Mohammed Ali se exponen en la Zona de Deportes. Pero hay más.
El museo reúne cientos de logradas figuras de cera de personajes famosos en once zonas temáticas: pueden verse desde iconos del cine y estrellas del deporte hasta la familia real. La experiencia se completa con viaje interactivo a través de la cultura y la historia de Londres / Gentileza Museo Madame Tussaud’s de Londres
En la sección dedicada a la cultura se reúnen algunos de los grandes genios de todos los tiempos, como William Shakespeare, Albert Einstein, Stephen Hawking, Pablo Picasso y Charles Darwin, mientras que los líderes mundiales comparten otro espacio. Allí se encuentran desde Barack Obama a Margaret Thatcher, pasando por Winston Churchill, Nicolas Sarkozy, Ronald Reagan, Tony Blair y Martin Luther King, entre otros.
Capítulo aparte es la Cámara del terror, donde varios actores intentan infundir terror en las visitantes, así como las zonas reservadas a los personajes de películas y hasta los personajes de los cómics y films de Marvel, que concentran la atención de los más chicos.
Una estatua de George W. Bush hijo. Lo exhiben bien maquillado / AP
El trabajo que hay detrás de estas piezas es descomunal: cada una de ellas requiere unos seis meses de trabajo, y se construye en base a más de 250 mediciones y fotografías. Se utilizan, además, alrededor de 900 kg de cera. Y un dato curioso es que todas ellas se diseñan un 2 % más grandes que el tamaño real del modelo elegido, ya que la cera suele encoger durante el proceso de moldeado.
Cada una de las figuras expuestas requiere unos seis meses de trabajo, más de 250 mediciones y fotografías y más de 900 kg de cera.
¿La personalidad que más muñecos de cera inspiró hasta el momento? La reina Isabel II: la primera figura fue moldeada y expuesta cuando ella tenía dos años, y desde entonces se han construido decenas. Aunque tambien están su hijo Charles junto a Camila Parker Bowles, y sus nietos, los príncipes Harry y William de Inglaterra, con sus respectivas esposas. Ya se sabe que los ingleses tienen debilidad por los integrantes de la realeza británica.
Incluso, se han incorporado youtubers famosos al staff de muñecos de cera con los que los paseantes sacan selfies, no importa la edad que tengan. Y eso porque cada uno encuentra a sus referentes, en las disciplinas más variadas.
El Dalai Lama, en su versión expuesta en Londres. Cada pieza requiere unos 900 kilos de cera y se hace en base a 250 mediciones y fotografías / Reuters
Antes de finalizar el recorrido, es posible descansar en uno de los black cabs tradicionales de Londres, una experiencia que ofrece al visitante un repaso de los acontecimientos culturales e históricos que han dado forma al Londres de hoy. Los paseantes salen más que satisfechos, habiendo pasado un momento muy divertido.
El ojo de Londres
La gran noria de Londres. También fue adquierida por la compañia de juguetes.
Tras su inauguración en el año 2000, la sorprendente noria de 135 metros de altura conocida como The London Eye (El Ojo de Londres), ahora también propiedad de Lego, se convirtió en uno de los iconos más emblemáticos de la ciudad y de toda Gran Bretaña. Y fue la mayor vuelta al mundo del globo hasta el 2006, cuando fue superada por la Estrella de Nachang en Nachang (China). En 2008, los 165 metros del Singapore Flyer marcaron un nuevo record.
La impresionante estructura está compuesta por 32 cabinas de cristal, cada una de 10 toneladas de peso y con una capacidad para 25 personas, desde las que puede avistarse la ciudad con una perspectiva impresionante, tanto de la ciudad como del campo: los días claros es posible alcanzar una visibilidad de 40 kilómetros a la redonda.
Fuente: Clarín