«Buenas, malas, odiosas, asesinas, furiosas, vengativas, sufridas, amantes, compañeras, divertidas». Norma Aleandro va enumerando características que tendrá que prestarles a Julieta, Cleopatra, Cordelia, Ofelia, Lady Macbeth, Miranda, Jessica, Rosalinda, Viola, Porcia, Gertrudis. Desdémona, Hermia y muchas más. Todos personajes femeninos de Las mujeres de Shakespeare, el espectáculo que presenta este jueves, 27 de junio, en el CCK, con dirección de Patricio Orozco junto a la orquesta del SODRE de Uruguay.
-¿Qué redescubriste de estos personajes? ¿Recordaste alguno que te gustaba especialmente interpretar?
-Hay algunos muy dramáticos y otros cómicos. Me divierto mucho. La gente no espera algo divertido con Shakespeare. Y carece por completo de solemnidad. Shakespeare demuestra un conocimiento de la mujer muy profundo. De su época, y de otros momentos históricos que lo inspiraban. Es un autor para todos y para todo. En algún momento alguno de los personajes te identifica, te suena, es como si los conocieras. O ves lo que le está pasando a alguien, o es algo que te va a pasar a vos, pronto.
-¿Cuál de ellas es tu favorita?
-Estuve mucho tiempo enamorada de Ofelia. La hice con Alfredo Alcón, en Canal 7. Es un personaje hermoso porque se dislata totalmente con el amor. Hamlet, de quien se enamora, también. Pero ella, que es un niña de su casa, criada en cierta clase social, se enloquece y es bello lo que le va pasando. Tiene un comportamiento muy suelto, muy moderno para su época.
-En este momento de tu vida, ¿cuál es de todas estas criaturas te representa más?
-Cleopatra me encanta, porque es muy graciosa. La quiero mucho ,porque es otra loca que se desmelena por amor y hace un cambio absoluto en las leyes naturales de su reino. Es intensa y apasionada. Manda todo al demonio con desdén y con humor.
-Hablamos de las mujeres de Shakespeare, pero estamos viviendo un momento muy especial para las mujeres en todo el mundo. ¿Cómo lo percibís?
-Uh, ¡qué momento! Histórico. Por empezar, me parece algo imprescindible. Era hora de que sucediera. El feminismo ya viene desde hace rato, pero creo que ahora hay algo más formal que es tomado en serio. No sólo entre las mujeres, sino por toda la sociedad ve que hay temas que no se pueden postergar más, leyes que hay que cambiar. También pasa que hay un aprovechamiento de estas cosas. Pero es inevitable. Somos esto, hombres y mujeres y no puede haber guerra en medio.
-Algunos críticos se quejan de cierto extremismo.
-Es que hubo tanto silencio durante tanto tiempo, que es lógico. Si no tomaste agua durante mucho tiempo, cuando la tenés, la tomás de un trago, te sale así. Hasta que las cosas se equilibran pasa un rato. Hay que apoyar todo lo que pasa, porque estamos hablando de un movimiento internacional, ¡al fin! Creo que estamos bien encaminadas, porque se van uniendo muchos hombres; algunos que han reflexionado últimamente y otros que han pensado así siempre, pero resolvieron lo que pudieron dentro de su núcleo familiar.
-¿Conocés muchos de esos?
-Mi marido por ejemplo. Y por suerte, lo veo mucho en los más jóvenes. Mi hijo, Oscar, nunca fue machista, más allá de la crianza que le di. Y mis nietos, Iván y Lucio, lo mismo. Y lo veo en los amigos de ellos, por suerte.
Feminista. «Ya era hora de que sucediera», asegura Norma Aleandro. Foto: Germán Garcia Adrasti
-Desde muy joven, trabajás y tenés tu independencia, ¿pero tuviste que enfrentar situaciones complicadas por ser mujer?
-Me crié en el mundo del teatro, que en general, es menos prejuicioso y más amplio. Tuve la suerte de hacer lo que quise desde los 12 años y no me pararon todavía. Estoy contentísima con mi vida, tengo 83, no me pesan y no tengo cosas de las que arrepentirme. Lo que hice que no me gustó, en lo profesional, fue porque durante años fui madre soltera. Y tenía que darle de comer y educar a mi hijo y estaba muy sola en eso. Pero no me quejo, porque yo quise tenerlo.
-Tu nombre se convirtió en sinónimo de buena actriz, un adjetivo. ¿Te pesa eso?
-No me veo de bronce ni ahí Me gusta, claro, pero no me la creo. Soy muy hinchapelotas con el trabajo, pero no estoy pendiente de los laureles. Lo sigo disfrutando, porque el teatro es muy generoso y te permite seguir y seguir.
-¿Hay algo didáctico en el teatro? ¿Te interesa que tenga ese fin?
-Creo que el arte -los oficios artísticos, en general- es muy saludable para quien lo ejerce y para quien lo recibe. Y además te va enseñando la vida de una manera amable. Te propone pensar desde otro ángulo al que te pensabas, te abre la cabeza sin ser didáctico de manera tradicional. Te engancha al identificarte con algún personaje. Te va pasando algo y cuando salís del teatro, salís distinto. Furioso, feliz, aliviado. Algo te pasa. No hay con qué reemplazar el teatro, esa experiencia de compartir el presente, de respirar a la vez público y artistas. Ya lo decían los griegos: mientras estemos vivos tendremos qué contar.
Además de seguir con la dirección de Escenas de la vida conyugal,con Ricardo Darín y Andrea Pietra, que hará este años, gira por España, Norma se prepara para filmar tres películas.
-Tres películas de acá a marzo de 2020, ¿no vas a tener un descanso?
-Parece una exageración, pero tenía dos y apareció otra y como me gustó mucho tambien la acepté, de Sebastián Schindel. La otra, La búsqueda de Martina de la brasileña Marcia Faría la filmo en noviembre, y la tercera es de Magnone, y la rodaré en febrero o marzo 2020.
-Además del cine, estuviste dedicada a la escritura, ¿qué te gusta escribir?
Escribo desde siempre. Y tengo de todo un poco: cuentos, poesías, novelas que no están terminadas. Hay algunas cosas publicadas. Y a partir de eso es que, a mi nieto Iván, se le ocurrió un proyecto que se llama Norma en la nube.
-¿De qué se trata?
-Me pidió que le leyera cosas que yo tengo anotadas en todos lados, soy un desorden fatal. Y de ahí surgió la idea. Un poco por el concepto este de nube de la web y además, porque soy un poco distraída y suelo estar en las nubes. Así que empezamos a grabar para un canal nuevo, con mucho material, textos propios y de otros, cosas que me gustan a mí. Cuentos, novela, poesía, de todo un poco.
-Casi como un canal de difusión cultural.
-Si, pero sin solemnidad, desde el placer.
Proyecto familiar. Junto a su nieto, Iván prepara «Norma en la nube», con textos propios y ajenos para un canal propio en Internet. Foto: Germán Garcia Adrasti.
-¿La clave de la vitalidad a los 83 es hacer lo que te gusta?
-Sí, totalmente. Sobre todo, decidir no hacer lo que no me gusta. Antes, por necesidad económica o por algún otro motivo, terminaba haciendo algo que no me gustaba. Ahora prefiero bajar mis expectativas económicas, pero no hacer nada que no me gusta. Hace tiempo que decidí eso.
-Priorizás tu bienestar.
-Sí, priorizo mi alegría. De ahí viene todo lo demás. También me encanta pintar, pero eso no lo hago para afuera, solo porque me gusta a mí.
-¿Te cuidás? ¿Cómo es tu rutina?
-Hacemos pilates dos veces por semana con mi marido. Salimos mucho con los amigos y con los nietos. Eso te da mucha vitalidad.
Con el psiquiatra Eduardo Le Poole llevan 50 años casados. «Y muy enamorados. Si no fuera así, no estaría ni un minuto. No hay fórmula. Eso de que hay trabajar para sostener la pareja, me parece un espanto. Si tenés que trabajar, si tenés que hacer un esfuerzo, no sirve, no va. Yo creo lo que dice el Buda sobre el amor, que es como encontrar una pulsera en el océano, que de pronto, te calza justo. Sucede».
Actriz y director: una relación shakespereana
«El año pasado fui convocado por el SODRE de Uruguay, para crear un espectáculo en el marco del Día internacional de la mujer. Propuse Las mujeres de Shakespeare ensamblando el talento de una actriz recitando con el acompañamiento de la orquesta sinfónica que dirige Diego Naser», dice Patricio Orozco, director.
«La tarea de adentrarme en el mundo femenino pensado por Shakespeare me resultó fascinante ¿Por dónde empezar? Decidí agruparlas y crear distintas atmósferas que las puedan contener según sus intereses y espíritus y de esta manera entablar un diálogo con las composiciones que eligiera el director de la orquesta».
«En esta obra Julieta, Cleopatra y Ofelia se consuelan; Desdémona, Hermia y Cordelia enfrentan a sus padres mientras que Miranda y Jessica les obedecen a regañadientes. Rosalinda, Viola y Porcia se travisten para cumplir con sus deseos. Beatriz y Catalina hablan sobre la independencia femenina camino al altar. Tamora, Volumnia, la Reina Isabel y la duquesa de York llorarán el asesinato de sus hijos junto a las maldiciones de la Reina Margarita. Gertrudis se sacrificará por Hamlet y Lady Macbeth será llevada a la locura por la ambición de poder».
«Con Norma hemos entablado una hermosa relación shakespereana Dirigir un espectáculo con la potencia dramática de William Shakespeare respaldado por el talento de Norma Aleandro y la orquesta sinfónica del Sodre es una oportunidad que no me podía perder».
Dónde y cuándo
Las mujeres de Shakespeare tendrá una única presentación, el jueves 27 de junio de 2019, a las 20 en el CCK, con entrada gratuita.
Fuente: Clarín