Un grupo de investigadores de nuestro país descubrió en la Antártida un reptil gigante de la última época de los dinosaurios. Se trata del elasmosáurido más grande del mundo, de apariencia semejante al «Monstruo del Lago Ness«. Con una masa corporal que superaba las 12 toneladas, duplica en tamaño a la mayoría de los reptiles de su familia conocidos hasta ahora.
«Se extrajo un ejemplar muy importante en la Isla Marambio; es el elasmosáurido más grande del mundo», informó el paleontólogo José O´Gorman del Museo de La Plata (MLP) y del CONICET a la Agencia CTyS-UNLaM.
«Debido al gran tamaño de este espécimen, su rescate se realizó durante sucesivas campañas del Instituto Antártico Argentino y culminó en 2017», detalló el autor principal de este estudio publicado recientemente en la revista científica Cretaceous Research. Según interpretan los investigadores, habría desarrollado una forma de alimentación con similitudes a la que poseen las ballenas.
Este reptil gigante se destaca por ser el elasmosáurido más cercano a la extinción de los dinosaurios que se haya descubierto en el continente blanco. «Este hallazgo es muy próximo al final del Cretácico, cuando se estima que cayó un gran meteorito y ocasionó la desaparición de muchas especies», explicó el doctor Marcelo Reguero, investigador del Instituto Antártico Argentino y del MLP.
«Este descubrimiento refuerza la idea de la extinción que se produjo hace 65 millones de años fue catastrófica, porque este ejemplar vivió unos 30 mil años antes, fue muy próximo a ese suceso, y demuestra que este ambiente marino de la Antártida continuaba soportando animales de gran tamaño», comentó O´Gorman. Y agregó: «Pareciera que no hubo una preparación, que fue una extinción masiva sin previo aviso».
Se encontró parte de su columna vertebral, parte de sus aletas anteriores y posteriores, y algunos elementos de la cintura escapular. No se halló su cráneo. Los elasmosáuridos forman parte de la gran familia de los plesiosaurios, aquellos reptiles extintos en lo que posiblemente se inspiró el imaginario colectivo para crear al «Monstruo del Lago Ness« o a «Nahuelito».
Dentro de los elasmosáuridos, este reptil gigante forma parte de la subfamilia de los aristonectinos, los cuales tenían el cuello un poco más corto, vértebras mucho más robustas y un cráneo mucho más grande.
Se estima que el largo de este ejemplar era de entre 11.2 y 12 metros. «Pesaba entre 10 y 13 toneladas, por lo que está muy por encima de los que se conocían hasta ahora, los cuales tenían una masa de entre cinco y seis toneladas», precisó el doctor O´Gorman.
«La hipótesis que podría explicar el gran tamaño de este nuevo ejemplar, y que parece estar progresivamente apoyada por las evidencias, es que los aristonectinos tenían un modo de captura de sus presas diferente al resto de los elasmosáuridos; consideramos que, en lugar de capturar a sus presas de manera individual, estos animales abrían la boca y capturaban a un gran número de pequeñas presas al mismo tiempo, como crustáceos de pequeño tamaño por ejemplo», relató O´Gorman.
En este sitio ubicado hacia el centro de la Isla Marambio, se encuentran sedimentos de un antiguo ambiente marino de poca profundidad. «Allí también hemos encontrado pequeñas vértebras de plesiosaurios bebé digamos, y esto hace pensar que, en aquel momento, allí había un mar bastante tranquilo, donde los plesiosaurios tenían como una especie de guardería para las crías de la especie», contó Reguero.