Sophie Turner está en lo alto de su joven carrera: fue una de los Stark que quedó en pie durante la temporada final de Game of Thrones, acaba de contraer matrimonio con el cantante Joe Jonas y encarna al personaje principal en la película de Marvel / Disney que aspira seguir los pasos de sus inmediatas predecesoras, Avengers: Endgame y Capitana Marvel. Jessica Chastain , en cambio, viene de un período laboral algo más tranquilo porque durante gran parte de 2018 estuvo abocada a la llegada de su primera hija, Giuletta, que nació a través de un vientre subrogado. Pese a la diferencia de energías, ambas actrices combinan a la perfección, y hasta parecen haber construido un lazo que trasciende lo estrictamente laboral.
De paso por la ciudad de México, en medio de la gira promocional de la inminente X-Men: Dark Phoenix -que, en nuestro país, estrena este jueves-, Turner y Chastain no dejan de elogiarse la una a la otra, posan con sombreros de mariachis para sus historias en Instagram y bromean sobre los tacos que comerán y las margaritas que beberán. También se muestran respetuosas y atentas en cada evento de prensa para las que fueron convocadas. En unas horas, una estará en Moscú y la otra en Londres, siguiendo la agitada agenda que los productores han establecido para ellas. Pero ahora están acá, en la habitación de un coqueto hotel sobre el Paseo de la Reforma, dispuestas a hablar de casi todo -eso sí: nada de temas personales, preguntas sobre GOT ni sobre IT: Capítulo 2-, y listas para subrayar algo que puede parecer obvio pero que Hollywood recién está comprendiendo: que las mujeres también pueden ser las grandes protagonistas en una película de superhéroes.
Una mutante fuera de control
«Soy una apasionada de todo lo relacionado con la salud mental, y esta película me llevó a estudiar muchos trastornos como la esquizofrenia, desórdenes de personalidad, adicciones, y también el modo en que esos trastornos afectan el entorno de quienes los padecen», le cuenta Turner a LA NACION. Y es que en esta nueva entrega de la saga X-Men, ella es la encargada de retratar el proceso que atraviesa Jean Grey, cuando tras recibir una descarga de una desconocida energía cósmica, termina convirtiéndose en la incontrolable y peligrosamente poderosa Dark Phoenix.
«Mucha gente cree que Dark Phoenix y Jean Grey son dos personas completamente distintas, y que una es mala y la otra es buena. Pero en realidad se trata de una chica que está muy desorientada acerca de los poderes que repentinamente obtiene, y cuando libera esos poderes es cuando aparecen terribles consecuencias. Es más una chica conflictuada que una batalla entre el bien y el mal, así que llevé adelante un trabajo mayormente psicológico», asevera la actriz británica, de 23 años.
Chastain, en tanto, compone un enigmático personaje del que poco se sabe y que ha generado todo tipo de especulaciones entre los fans de los cómics de los mutantes dirigidos por Charles Xavier. «Debo decir que éste es un personaje original, que pertenece a otro mundo, que ha venido a este planeta a investigar los poderes de Dark Phoenix y quiere utilizarlos para su beneficio. Entonces, se acerca a Jean para poder manipularla», explica la protagonista de películas como Interestellar y La noche más oscura. Así, ambas mujeres desarrollan una peligrosa relación que termina con la vida de, al menos, uno de los históricos personajes de la saga.
«¡Por supuesto que siento la presión!», responde Turner cuando se le pregunta qué tanto le pesa interpretar al personaje que funciona como disparador de todo el conflicto que atraviesa a la película. «Siento mucha presión, pero también entusiasmo porque esta es una de las historias más apreciadas en los comics de X-Men. Estoy muy agradecida de que el director Simon Kinberg creyera en mí y me diera este rol que disfruté tanto hacer».
En ese sentido, la referencia a Sansa Stark resulta casi inevitable para ella: » Game of Thrones fue una gran preparación en lo referido a lo que los fans esperan de vos y de tu personaje. Estoy tan preparada como puedo estarlo, pero trato de excluirme de las discusiones en las redes sociales, aún cuando amo a los fans y me encanta que opinen».
Dark Phoenix es protagonista de uno de los arcos argumentales más importantes en los cómics de los X-Men. Escrita por el británico Chris Claremont -un nombre legendario dentro de Marvel-, la saga se editó entre enero y octubre de 1980, y rápidamente se convirtió en una de las historias más celebradas por los fans. En el cine, la conversión de Jean Grey al lado oscuro ya fue retratada en X-Men: The Last Stand (2006), y fue la actriz Framke Janssen la encargada de personificar a esta mutante que posee poderes telepáticos y telequinéticos potencialmente ilimitados y peligrosos.
«Kinberg consideró que la historia de Jean Grey no merecía ser secundaria, sino principal. Por eso se decidió darle ahora una película propia», explica Turner. «Más allá de todo, el hecho de que niños y niñas puedan ver a una superheroína no solo como protagonista, sino también como antagonista, es muy importante. Jean Grey tiene defectos como cualquier otra persona, y creo que fue brillante y honesto lo que los guionistas escribieron acerca de una mujer atravesando una enfermedad mental».
Chastain se apura entonces por destacar el trabajo que su compañera ha llevado adelante en éste, su primer protagónico en cine. «Muchas veces, cuando llegas al set, te encontrás con colegas que suelen estar un poco nerviosos, conmovidos… Muchos están tan concentrados en su labor que quieren que los llamen por el nombre de sus personajes», cuenta con una sonrisa. «Y cuando conocí a Sophie, no sólo me sorprendió lo mucho que había investigado para hacer su trabajo, sino también me llamó la atención el modo en que trataba a todo el mundo en el set, sin importar quiénes fueran. Ella es una mujer amable, pero también es capaz de divertirse. Esa libertad que tiene, yo no la tenía a su edad», recuerda.
X-Men: Dark Phoenix es la tercera entrega de esta «segunda vuelta» de los héroes mutantes, y cuenta también con las actuaciones de James McAvoy, Jennifer Lawrence, Michael Fassbender, Tye Sheridan, Evan Peters y Nicholas Hoult Crédito: Gentileza 20th Century Fox Argentina
Las actrices son invitadas luego a fantasear con el superpoder que les gustaría tener, y en ese momento es cuando surgen las diferencias entre ellas: mientras Chastain se pone solemne -«Me encantaría poder hacer que la gente escuche al otro, que comprenda de dónde viene y pueda dialogar»-, Turner hace uso de su humor británico con una declaración que despierta carcajadas: «Quisiera comer tanta pasta como fuera posible sin engordar un gramo. Ese es mi sueño».
El lado oscuro de ser una celebridad
En México, Tuner firmó autógrafos y se tomó selfies con los fans Crédito: Gentileza 20th Century Fox Argentina
Si bien su rol en Game of Thrones marcó el inicio de su camino, Turner está lista para dejar atrás a Sansa Stark. Afortunadamente, pudo dar vuelta rápidamente de página, y los afiches que hasta hace algunas semanas invadían las calles anunciando el final de la serie de HBO fueron reemplazados en un abrir y cerrar de ojos por los de esta esperada entrega de la saga de Marvel.
Aún así, ella no se siente «famosa» y hasta tiende a sonrojarse cuando le preguntan sobre los aspectos negativos de ser una celebridad. «Creo que lo complicado de acaparar tanta atención es que después resulta difícil que puedan verte trabajar sin pensar que sos esa estrella de cine que conocen», teoriza. «En realidad, no puedo pensar en mí como una celebridad», agrega.
«Para mí, el lado oscuro es no cumplir con las expectativas de la gente porque muchas veces te hacen preguntas que no son sencillas de responder. Una nunca debe perder de vista que lo que está diciendo puede llegar a miles o millones de personas. Y, en un punto, siento que mientras la gente más sepa de mí, menos van a disfrutar de la experiencia de verme trabajar en una película», opina Chastain. En un plano más personal, agrega que no hay nada que le moleste más que la persecución de los paparazzi cuando está junto a su hija. «Me vuelve completamente loca», enfatiza.
Chastain no reniega de la fama, pero asegura que la intromisión en la vida personal de las celebridades puede convertirse en un obstáculo Crédito: Gentileza 20th Century Fox Argentina
No parece casual que, en simultáneo con la explosión del #MeToo y del movimiento Time´s Up en Hollywood, las películas de superhéroes -que históricamente parecían estar protagonizadas por hombres y dirigidas a un público mayoritariamente masculino- encontraron en la Mujer Maravilla o la Capitana Marvel personajes fuertes y dispuestos a derribar mitos. Ya sin Wolverine en primer plano, los X-Men tendrán una entrega con dos mujeres al frente del relato.
Pero, ¿realmente está cambiando algo puertas adentro de la industria del entretenimiento? «Creo que sí, que algo está cambiando, y honestamente mucho tienen que ver las redes sociales», señala Chastain, antes de hacer referencia a #YouKnowMe, la respuesta masiva que tuvo en Twitter e Instagram la ley antiaborto impulsada en el estado de Georgia. «En Estados Unidos tenemos un sistema de justicia que no funciona para todos igual en este momento. Las redes sociales se convirtieron en un espacio en el que las mujeres pueden encontrarse y encontrar apoyo, y creo que llamar la atención sobre determinados temas obliga al gobierno a prestarles atención».
Fuente: Martín Artigas, La Nación