Ana Frank, que nació el 12 de junio de 1929 en Frankfurt y murió en 1945 en el campo de concentración de Bergen-Belsen, hubiera cumplido 90 años en 2019.
La UNESCO incluyó el diario escrito por la niña judía en el escondite donde se ocultó junto con su familia en Ámsterdam en el registro Memoria del Mundo.
La llamada versión «B» surge cuando Ana reescribe parcialmente su diario después de escuchar la llamada de un ministro holandés en la radio para documentar el sufrimiento de los holandeses bajo la ocupación alemana. La joven soñaba con convertirse en escritora y esperaba que el texto se publicara después del final de la guerra. La «versión A» es el diario tal y como lo escribió Ana sin un borrador preliminar y, al principio, sólo para ella misma.
«Este es realmente un libro único y para nosotros uno de los libros centrales que también transporta lo que representamos o de lo que nos queremos ocupar como casa editora que son la educación, los derechos humanos, la era del nacionalsocialismo. Es por eso que ya está en el centro de nuestra identidad editorial», señaló Alexander Roesler, director de programa de literatura no ficcional de la editorial Fischer, sobre el diario de Ana Frank. Y agregó: «Ana Frank encuentra un lenguaje para este período particular de la pubertad en el que uno está en desarrollo».
Para Roesler, el texto de la joven, traducido a docenas de idiomas y que en muchos países es una lectura escolar, tiene un mensaje universal que va más allá de la época del nacionalsocialismo y de la experiencia de la niña con la persecución y el exilio.