Roberto Carlos es un hombre que se viste de azul y blanco en las tapas de casi todos sus discos. Si le consultaran por la cosa que más odia en el mundo, no diría la injusticia social o las armas nucleares, sino el color rojo. Durante años confundió la cábala con el trastorno obsesivo compulsivo y creyó que usando determinados tonos de ropa, los conciertos saldrían bien. O que pasando dos veces por la misma puerta podría enamorar a cierta chica, o ser top-ten con el próximo hit. En fin, a la pregunta de cómo anda en ese aspecto, Roberto Carlos –el enorme Roberto Carlos- se saca de encima la inquietud con la amabilidad de quien responde por un estado gripal: “Mucho mejor, gracias”.
La charla ocurrirá por teléfono, con el artista desde Chicago, Estados Unidos, donde está de gira con Amor sin límites, el show que ahora lo trae a Buenos Aires, para cantar en el teatro Gran Rex el 30 de abril y el 1° de Mayo.
-Roberto, vos hiciste una de las canciones más lindas del mundo: la de «el gato que está triste y azul». Alejandro Zambra, un escritor chileno, dice que no empezó a escribir por Huidobro o Rimbaud, sino por vos y por esa canción…
-Bueno, gracias, es un honor para mí lo que me contás del escritor chileno…
El estricto azul y blanco que siempre luce Roberto Carlos es el resultado de una obsesión que en algún momento le produjo cierta preocupación, aunque dice que ahora está «mucho mejor, gracias».
-Allí cantás: “Desde que me dejaste, yo no sé por qué la ventana es más grande sin tu amor”. ¿Qué quiere decir esa frase?
-Yo no escribí la canción, pero la canto hace muchos años y la interpreto de la siguiente manera: desde que ella se fue, la ventana es más grande porque está vacía… Está vacía la ventana.
-Tenés más de medio siglo de carrera, como Raphael y no tantos más. Sin embargo Raphael sólo se compara con Tony Bennett. ¿Qué onda, todo bien con Raphael?
-¿Con Raphael? ¡Claro! El es un gran cantante y un hombre muy querido y admirado a quien yo respeto mucho, mucho. Si él se compara con Benett, está bien, se está comparando con el mejor del mundo.
-¿Y con Julio Iglesias cómo te llevas?
-Es fantástico. Mi amigo Julio. El tiene una forma de cantar que es todo, y nos revela una personalidad realmente muy fuerte.
-Imagino que ustedes deben ser miembros secretos de algún club de celebridades…
-Jaja, en realidad no nos hablamos. Raramente hablo con Julio, pero nos queremos y nos respetamos mutuamente a la distancia.
-¿Te molestan las canciones sin estribillo?
-No, no me molestan. Tengo canciones como Yo te propongo, que no tienen estribillo. A veces es tan fuerte el texto o la melodía que no necesariamente hace falta el estribillo para que la canción sea popular. El estribillo no me parece indispensable, aunque haya canciones que son todo un estribillo.
-¿Lo del millón de amigos nunca te lo replanteaste seriamente? Caetano Veloso dice que en verdad vos sos bastante retraído, reservado…
-El hecho de que sea reservado, puede ser, pero no creo ser tan tímido. Y considero que tengo millones de amigos.
«Tengo canciones como Yo te propongo, que no tienen estribillo. A veces es tan fuerte el texto o la melodía que no necesariamente hace falta el estribillo para que la canción sea popular.»
-Millones. Más de uno, entonces…
-Largamente, sí. Las personas que me quieren y el público que me prestigia, todos ellos son amigos míos…
-¿Quién es el músico argentino que más te gusta?
-Gardel, un maestro, lo que hace Gardel es fantástico en su forma. Cuando hablo de Gardel, hablo en presente. Lo escuchamos hoy y parece grabado ayer.
-¿Escuchas básicamente nuestro tango?
-Bueno, Gardel va más allá del tango. Otro músico, mi amigo Roberto Livi. Murió hace poco. Además fue mi compadre. Nos queríamos tanto que su hija se llama Roberta Carla.
-Jajajaja…
-Era un productor, compositor y versionista muy bueno, muy respetado.
-¿Te suena Sergio Denis?
-Mm, de nombre sí. Pero no de su trabajo.
-Es un cantante nuestro que se está recuperando de un accidente que lo tuvo entre la vida y la muerte. Se cayó del escenario.
-Ay, Dios lo ayude…
«Gardel, un maestro, lo que hace Gardel es fantástico en su forma. Cuando hablo de Gardel, hablo en presente. Lo escuchamos hoy y parece grabado ayer.»
-Vos le cantás al amor. ¿El amor no es siempre lo mismo?
-Sí, por supuesto, el amor es siempre igual. Las formas de hablar varían pero lo que se dice del amor ahora es lo mismo que se decía hace 500 años. Se usa un lenguaje moderno, más, o menos dramático, pero las historias son siempre iguales. Son, fueron y lo seguirán siendo.
-¿Sobrevivirá?
-Sí, la gente ama. Puede que sea de una u otra manera, pero siempre se ama.
¿Te hubiera gustado hacer bossa nova?
-Bueno, nunca hice; quizá si canté con cierto ritmo a... Tengo un disco con Caetano. Me gusta la bossa, es una música de mucha calidad.
-¿Jobin y Vinicius nunca te acercaron alguna canción?
-No, nunca. Los conocía pero no, no hicimos nada juntos.
Alimentación moderada, el descanso necesario y medicina ortomolecular: el combo de Roberto Carlos para lucir saludable a los 78 años.
-¿Sos “O rei” desde antes o después de Pelé?
-Jajaja, yo no me considero “o rei”. Recibo ese tratamiento en Brasil, pero soy un cantante que no se considera nada de eso. Antes me daba timidez escuchar que me llamaran así, ahora lo acepto con mucha humildad.
-¿A favor o en contra de Bolsonaro?
-En realidad yo pienso que vivimos un momento en el país en que hay que prestigiar a todos lo que están en el poder. Veo esto con mucha esperanza y pensamiento positivo. Muchas cosas están cambiando y creo que hay que apoyar. La situación anterior era dramática.
-Te vi una foto en malla y me impresionaron tus bíceps… ¿alguna dieta en particular? (NdeR: Roberto Carlos nació hace 78 años).
-Me alimento moderadamente y trato de hacerlo de una manera equilibrada. Si no duermo mucho una noche, busco compensar las horas en la noche siguiente. También hago medicina ortomolecular. Es decir, repongo las cosas que vamos perdiendo. Lo vengo practicando desde hace ocho años.
-¿Por qué empezaste a cantar en castellano?
-Eso fue idea de un presidente de CBS argentina de esa época, Caldeiro de apellido. El empezó oyendo mis discos y sugirió que grabara en español.
«El amor es siempre igual. Las formas de hablar varían pero lo que se dice del amor ahora es lo mismo que se decía hace 500 años.»
-Hay canciones tuyas que quedan mejor en español que en portugués.
-Sí, a veces salen mejor en español que en portugués, es verdad. Me gusta mucho cantar en español. Me identifico con el idioma. Emociones, por ejemplo, me gusta cantarla en español. Desahogo, también.
-¿Cuál fue la canción que más cantaste en tu vida?
-Mmm… cada vez que no canto de Detalles, me la piden.
-¿Cuántas veces la hiciste?
-No sé…
-¿No las tenés contadas?
No.
-Tenés fama de obsesivo, capaz me decías: ”453.235 veces”.
-Jajaja, podría, pero no es el caso. Lo que sí sé es que es una canción que nunca puedo dejar fuera del repertorio.
-¿Qué consejo le darías a Alejandro Sanz?
-¡Uh, Alejandro sabe mucho! Tiene una carrera linda con canciones maravillosas. Y es un hombre amado. ¿Qué le aconsejaría? Que siga siendo así tal cual es.
-¿Y a Justin Bieber?
-¡Caramba!, ¡yo no sé si tengo derecho a estar aconsejando!
Seis décadas marcadas por el éxito
Una trayectoria con números de fantasía
Roberto Carlos tiene 59 años de carrera y tal vez sea el único ejemplo vivo del éxito mundial de la música popular brasileña. El martes 30 de abril y el 1° de mayo se presenta en el Gran Rex en el marco de la gira Amor sin límites, shows basados en su más reciente álbum, el primero con nuevas canciones en español en 25 años.
Entre otras distinciones y reconocimientos, en 2015 Roberto Carlos fue homenajeado por distintos artistas en el marco de la entrega de los premios Grammy Latino (EFE)
La gira lo tuvo por Estados Unidos, donde lo vieron, en diez conciertos, alrededor de 80 mil personas. En Miami acaban de darle una distinción “a la Excelencia” de su trayectoria. Roberto Carlos ganó cuatro Premios Grammy Latinos y un Grammy como mejor cantante latinoamericano.
Sus números son de fantasía: vendió 140 millones de álbumes, tiene unas 500 canciones y su primer simple se editó en 1959, cuando el Che Guevara estaba en medio de la Revolución cubana. Su trabajo más reciente lo publicó el año pasado. Después de estos dos recitales porteños, el tour lo llevará por Lisboa, París, Londres, Bruselas, Madrid y Zurich.