«Si no sabe hacer un corno, tiene un futuro prometedor como artista de performance. El artista de nuestros tiempos». Con esa cuota de humor, que forma parte de una obra del colectivo coreano Young-Hae Chang Heavy Industries, se anunció esta semana la programación de la tercera edición de la Bienal de Performance BP19.
Entre el 9 y el 31 de mayo próximos, más de veinte artistas de distintas disciplinas y países presentarán en otras tantas sedes proyectos que, en su mayoría, fueron producidos especialmente para la ocasión y a los que se podrá acceder con entrada gratis. Por primera vez la bienal dirigida por Graciela Casabé, lanzada en 2015 con la presencia de Marina Abramovic, cruzará los límites de la ciudad de Buenos Aires para extenderse a Vicente López y Córdoba.
Esta vez, los invitados extranjeros serán la polifacética artista francesa Gisèle Vienne y el consagrado director italiano Romeo Castellucci. Dramaturga, artista plástica, marionetista, coreógrafa y directora, Vienne tendrá a su cargo el debut de la bienal: presentará desde el 9 de mayo en el Museo Nacional de Bellas Artes una instalación basada en el diálogo esquizofrénico entre un adolescente, personificado por un muñeco robótico, y una marioneta.
Castellucci tomará la posta al día siguiente para presentar hasta el 12 en el Teatro Coliseo una lectura escénica del segundo libro de la Ética del filósofo Baruch Spinoza. Sobre el escenario, el público observará a una joven colgada a varios metros sobre sus cabezas, sujeta a un cable con el dedo índice izquierdo.
Entre las propuestas más curiosas se cuentan las de Lisandro Rodríguez y Florencia Rodríguez Giles/Emilio Bianchic. La primera está inspirada en El cuaderno de Bento, de John Berger, libro en el cual el fallecido crítico y pintor británico plantea un paralelismo entre el acto de pilotear una moto y el de dibujar.
«Estás conduciendo un dibujo», consiste en que el espectador (pasajero, mayor de 18 años) acompañe al artista (conductor) a realizar un recorrido en moto con un fin específico (un trámite pendiente; entregar una carta; visitar a una persona o lugar o, simplemente, pasear por la ciudad), y pensar la trayectoria como si fuera una línea dibujada en el suelo. Los participantes serán seleccionados por el artista, quien se comunicará con ellos para coordinar los detalles. La inscripción no asegura la participación.
«Ronquidos oceánicos», en tanto, invitará a una larga siesta colectiva en el Centro Cultural San Martín. En ese clima somnoliento evocará ciertas leyendas según las cuales, desde la pampa hasta otras latitudes más selváticas, existen delfines alados capaces de adoptar forma de ser humano para secuestrar a personas en mitad del sueño y conducirlas a sus ciudadelas. Allí cautivas, experimentan todo tipo de transformaciones.
Otra de las performances «imperdibles» señaladas a LA NACION por la talentosa actriz Maricel Álvarez, curadora de BP19, es la que realizará Osías Yanov el 29 y el 30 de mayo, en la vereda de la avenida Corrientes 1980. Un supermercado ocupa hoy allí el espacio donde funcionaba en la década de 1990 Ave Porco, discoteca definida por el artista como «una de las escuelas del under porteño». El 30 de diciembre de 1999 cerró sus puertas con el acto simbólico de despedazar toda la ambientación del local, creada por Sergio De Loof, y repartirla entre los presentes. Yanov relacionará con la escena actual aquellos fragmentos y personajes claves de la escena under porteña.
El cierre también promete ser uno de los puntos fuertes de la programación (disponible en bienalbp.org), que involucró también a Susana Tambutti en la organización de seminarios, conferencias, presentaciones de libros, exposiciones y ciclos de cine. La propia Álvarez participará, junto con Emilio García Wehbi y La Columna Durruti, de «Vida y muerte del concepto clásico de utilidad».
En un tono crítico similar al del colectivo coreano citado al comienzo de esta nota, que exhibirá varias piezas en C Complejo art_media, la pieza final intentará deconstruir de manera absurda las motivaciones de artistas, coleccionistas, galeristas, curadores, directores y espectadores durante la inauguración ficcional de una muestra en la Fundación Cazadores, el 31 de mayo. Las obras expuestas son reales y fueron donadas por catorce artistas, como Liliana Porter, Nicola Costantino y Marcos López. De esta manera, se intentará poner al descubierto con humor los conflictos internos, los mecanismos y las estructuras jerárquicas del llamado «ecosistema del arte».