La catedral de Notre Dame ardió en un incendio “potencialmente vinculado” con las obras de renovación del monumento histórico más visitado de Europa. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció la misma noche una colecta de fondos para su reconstrucción. El incidente conmovió a quienes lo vieron en persona, en medios y en redes, donde se compartían fotografías y vídeos de la escena. Pero también hubo quien recordó, con moderado optimismo, que la historia de las catedrales está llena de destrucciones y reconstrucciones. Estos son algunos ejemplos:
Londres
Algunos grabados aún muestran cómo era la catedral de San Pablo antes del incendio que la destruyó en 1666. El arquitecto inglés Sir Christopher Wren diseñó una catedral nueva que se construyó entre 1675 y 1710, de estilo barroco y con su característica cúpula.
Lisboa
Un grabado del British Museum recuerda cómo quedó la catedral de Lisboa tras el terremoto de 1755, que destruyó la capilla gótica y el panteón. El templo se reconstruyó parcialmente y se restauró a principios del siglo XX.
Reims
La catedral de Nuestra Señora de Reims, cuya construcción comenzó en 1221, fue bombardeada durante la Primera Guerra Mundial. De hecho, se conserva una foto del momento en el que una bomba alemana explotó en el monumento, el 20 de septiembre de 1914. La escritora Edith Warthon, que estuvo en la ciudad durante los bombardeos, escribió que «la catedral de Reims resplandecía en todo su esplendor y, a la vez, moría ante nosotros, como una puesta de sol».
Como recordaba César Antonio Molina, exministro de Cultura, en EL PAÍS, “cuando la guerra terminó en 1918 la catedral tenía un aspecto lamentable como el resto de esta histórica urbe; reconstruirlo todo llevó décadas”.
Ypres
La ciudad belga de Ypres fue también bombardeada durante la Primera Guerra Mundial. La catedral de San Martín terminó de reconstruirse en 1930, con un chapitel en punta en lugar de la torre cuadrada original.
Barcelona
Aún quedan restos del incendio de 1936 en la bóveda de la iglesia gótica de Santa María del Mar, en Barcelona. Esta iglesia del siglo XIV, que ya fue bombardeada en 1714, ardió durante 11 días al comenzar la Guerra Civil. Se perdieron el altar barroco, las imágenes y el archivo histórico. La Generalitat tapió las entradas para evitar más ataques y saqueos.
Colonia
La catedral de Colonia, que se comenzó a construir en 1248 y donde se conservan los obviamente discutidos restos de los Reyes Magos, recibió el impacto de 14 bombas explosivas y otras 70 incendiarias durante la Segunda Guerra Mundial, además de otros impactos de artillería y proyectiles. Las bóvedas de las principales naves y el crucero se derrumbaron y también se perdieron el órgano y las vidrieras del siglo XIX, entre otros daños. Las vidrieras medievales y otros bienes se habían retirado al inicio de la guerra, como hicieron otras catedrales europeas. Las obras de restauración se completaron en 1956.
León
La catedral sufrió un incendio en 1966, causado por la caída de un rayo. Este incendió arrasó la techumbre, que se pudo reparar. Como contaba EL PAÍS, el templo se salvó porque se evitó verter agua sobre la piedra: «La piedra absorbe la humedad, aumenta el peso y podría desplomarse todo el conjunto». Era mejor dejar arder la madera.
Berlín
Construida en 1708, la catedral alemana de Berlín compone junto a su gemela, la catedral francesa, y el Konzerthaus, una de las plazas más bellas de Alemania: Gendarmenmarkt. Según recogía EL PAÍS en 1994, «una chispa fortuita» causó el incendio de la cúpula de la catedral alemana de Berlín, que estaba siendo restaurada. «El fuego no causó víctimas, pero destruyó todo el interior de madera de la cúpula y levantó una densa humareda en la plaza».
Fuente: El País, España.