Hace poco menos de dos años, cuando se reinauguró el Teatro San Martín tras su puesta en valor, la avenida Corrientes prestó una de sus cuadras, la que alberga al complejo cultural, para que más de 300 artistas celebraran la ocasión con una fiesta sobre la vereda. Este sábado, fue la mismísima calle de las marquesinas la que estuvo de estreno y los shows, los conciertos, los talleres artísticos y las sorpresas se replicaron de Callao a Cerrito, durante siete horas de actividades culturales gratis para la multitud -organizadores estimaron más de 180 mil personas– que se sumó a la cita.
El motivo está a la vista. Basta adentrarse en las seis cuadras que comprenden el tramo entre Callao y Libertad para observar que luce una fisonomía completamente distinta, y la que hasta ahora era una de las arterias más congestionadas de la Ciudad a nivel vehicular y menos amables para caminar, se convirtió en una zona prioridad peatón.
Equilibristas. Antes del anochecer, hicieron que todos levantaran la vista, sorprendidos./ Juano Tesone
Obra y presentaciones de por medio, desde este lunes ese trayecto responderá a su nueva disposición: peatonal durante la noche y con carriles exclusivos para taxis y colectivos. Así, dividida por un cantero central, Corrientes funcionará con dos vías para el transporte público y otras dos para vehículos particulares, que podrán circular hasta las 19. A partir de ese horario y hasta las 2 de la madrugada, ese último tramo se hará peatonal.
De revista. El género teatral, sello de la calle Corrientes, tuvo su lugar./ Juano Tesone
Cómo funcionará el nuevo esquema y qué efecto tendrá esta nueva limitación al tránsito en días de manifestaciones y cortes son incertidumbres que, durante la fiesta de este sábado, no tuvieron lugar. Allí lo único que preocupaba era tener bien aceitado el mecanismo de moverse entre un escenario y otro, de los seis que se armaron -uno por cuadra- para no perderse las principales obras que se presentan en los teatros y que durante el evento ofrecieron fragmentos de sus piezas y regalaron entradas.
Como en el escenario. Bailarines y actores salieron a la calle para mostrar su trabajo al público. / Juano Tesone
“Trabajo terminado. Cumplimos con el plazo y es lindísimo ver a tanta gente disfrutando. Ojalá que a partir de ahora que Corrientes es peatonal tengamos gente como hoy, que venga a disfrutar de los teatros, las pizzerías, las librerías”, dijo el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.
Obelisco. Con proyecciones. / Marcelo Carroll
Desde las 18.09, cuando un gran telón se abrió en Corrientes y Callao y hasta la 1 de la madrugada, quienes se acercaron no tuvieron respiro. Para no perder la pisada a la ecléctica oferta se requirió una mirada de 360 grados: en el aire cruzaban equilibristas y volaban drones, en los balcones creaban burbujas gigantes y sobre la nueva peatonal se sucedían los recitales. Todo casi al mismo tiempo.
Selfies. Desde el atardecer, la gente se llevó el recuerdo./Marcelo Carroll
Escalera. Para sacarse una foto, fue un imán. / Marcelo Carroll
La Orquesta Académica del Teatro Colón puso los primeros acordes a una noche que sorprendió: hubo espacios para los más chicos con la comedia musical gauchesca de Hugo Midón y varias presentaciones de narracuentos, una sucesión de flashmobs que de a intervalos sacudía con sus apariciones, recitales y musicales desde balcones y halls de teatros y una enorme escalinata a la altura de Cerrito, habilitada para que todo aquel que alguna vez fantaseó con ser parte de una revista, se calce las plumas y tenga su momento de gloria. Eso, después de que el espacio lo estrene Carmen Barbieri acompañada por parte del elenco de su revista.
“El procesos fue largo, lo puteé mucho al gobierno, pero el resultado es fenomenal. La avenida es otra”, dice Alberto Sarramone, un vecino de 85 años que recorrió el tramo a bordo de su scooter eléctrico.
Carmen Barbieri. En la escalinata de las vedettes. / Marcelo Carroll
Los que miraban escépticos eran los comerciantes, que durante todo el proceso sufrieron el deterioro de sus ventas y el caos de la obra, y vieron cerrar a colegas.
«Durante la obra fue difícil pero ahora los locales se ven mejor. Esperamos que el cambio traiga mayor seguridad”, dijo Alberto Ayala, encargado de la pizzería Los Inmortales.
“La obra está muy bien pero si no viene acompañada de un plan que active el consumo es puro maquillaje. Lo que hay que arreglar son otras cosas. Pasamos meses viendo como levantaban la misma vereda tres veces . En la otra sucursal -quedó del lado peatonal- no sé que va a pasar porque llenaron de mesas y la gente así tampoco puede caminar. Volvé en un tiempo y te cuento”, invita Marisu Hernández, encargada de la librería Hernández.
Pasadas las 20, Nacha Guevara monopolizó el evento poniéndole la voz a “Luces de mi Ciudad”, con coreos que se repitieron a lo largo de las seis cuadras. Otro plato fuerte estaba previsto para cerca de la medianoche, con Elena Roger. Mientras tanto, y siempre con algo para ver, las que tuvieron su mejor noche fueron las pizzerías que desbordaron de muzzarella y de clientes.
Fuente:Clarín