Un gran portón de madera lustrada, adornado con los rostros de Dante Alighieri y su musa Beatrice, enmarca el mini palacio -conocido por muchos como la Casa Redonda- que a simple viste recuerda al icónico Palacio Barolo, la gran joya arquitectónica de Buenos Aires ubicada en la Avenida de Mayo.
Esta propiedad situada en la esquina de Eduardo Costa y Ortiz de Ocampo es una obra llevada a cabo por el italiano Mario Palanti -el mismo artista que diseñó el Palacio Barolo- y el arquitecto Algier en 1922.
Palanti estudió en la escuela de arquitectura de Milán y, ya en Argentina, colaboró con el diseño de la Facultad de Derecho. Más tarde le dio vida al Barolo, que le brindó fama mundial.
«Utópico y grandioso». Así definió en diálogo con Infobae esta obra emplazada en Barrio Parque el arquitecto Fabio Grementieri, vocal de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos y profesor de la Universidad Di Tella.
Se dice que Palanti la construyó para la familia Fevre, dueña de una concesionaria de autos Chrysler, situada en diagonal a esta propiedad.
«La Casa Redonda, con más de 850 metros construidos dispuestos en dos plantas, es la residencia privada más importante que hizo y ha quedado en pie. Un ejemplo de la arquitectura, romántica que se inscribe en el barrio. Tiene aerodinamismo, es moderna y de vanguardia«, agregó Grementieri.
Palanti visitó tres veces la Argentina y durante el periodo de 1919 y 1921 se dedicó a proyectar distintas construcciones. «Hacía dibujos y libros, propuesta de distintos tipos de edificios para oficinas, petit hoteles, residencias», explicó Grementieri.
Con un estilo ecléctico definido por sus ornamentos, su estructura circular y varios detalles, la Casa Redonda pertenece a la corriente art noveau. Las ventanas horizontales, la importante cornisa, la galería o logas con columninas y la torre con mirador, entre otras, son algunas de las características arquitectónicas que se reflejan en este inmueble.
«Es muy ecléctico con detalles que se inspiraron en medioevo», resaltó el especialista.
A su vez, el arquitecto italiano fue responsable de la edificación del concesionario Chrysler, hoy Palacio Alcorta, también construido en la década del ’20 que poseía una pista de pruebas ovalada de autos de hormigón armado.
Desde la fachada exterior del «mini Barolo» se pueden observar ventanas de vidrio partido o vitrales, así como rejas ornamentadas. El interior, en tanto, se destaca por su forma circular, sus pisos de dameros y su imponente escalera.
La construcción fue propiedad de la Embajada de Irán hasta 1980, cuando todavía estaba en el poder el Sha Mohammad Reza Pahlavi. Más tarde fue utilizada como galería de arte abierta al público.
Actualmente, el dueño de la Casa Redonda vive en el exterior y prefiere mantener su identidad bajo secreto. Según pudo averiguar Infobae, a la distancia está pendiente de la restauración de la propiedad con el objetivo de que vuelva a recuperar su esplendor.
A diario se puede observar cómo los curiosos se acercan para preguntar por la casa, a tomarse fotos y, quién sabe, algún día conseguir permiso para ingresar y poder contemplar una vista panorámica desde su distinguido mirador.
Video: Lihueel Althabe, Ariel González
Edición: Bruno Rattazzi
Fuente: Camila Hernández Otaño, Infobae.