Tras un acuerdo judicial firmado por las autoridades del grupo Penguin Random House (PRH), la escritora y periodista Liliana Viola y el heredero de Alberto Migré, Víctor Agú, la editorial decidió retirar de circulación los ejemplares de Migré: El maestro de las telenovelas que revolucionó la educación sentimental de un país(Sudamericana), biografía del autor de éxitos televisivos como Piel naranja y Rolando Rivas, taxista. El libro de Viola es un retrato de la época en que Migré pasó a convertirse en un sello. «Parecés salido de una telenovela de Migré», se dice todavía hoy.
Aunque ya se empezaron a retirar los ejemplares de las librerías, desde PRH informaron que ese proceso tiene un plazo máximo de cinco meses. Y al cierre de esta edición, se pudo comprobar que hay ejemplares del libro a la venta.
Fuentes insistieron en que Agú no quería un resarcimiento económico, sino que el libro dejara de circular. Por sugerencia de los asesores letrados de PRH, los representantes de la editorial y Viola asumieron que no se habían respetado los derechos de autor y firmaron el acuerdo. Algunas citas de obras de Migré, que en el libro cumplen la función de describir el método de trabajo del guionista o su consciente posición ideológica y estética a la hora de componer personajes y situaciones, excedían lo dispuesto por el régimen legal de la propiedad intelectual. Al parecer, y pese al pedido de la autora, el libro había llegado a imprenta sin que hubiera sido revisado por los asesores legales del grupo. En su reclamo, el derechohabiente recibió el respaldo de la Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores).
Alberto Migré, el maestro de la telenovela argentina Fuente: LA NACION Crédito: Dante Cosenza
Pacto de silencio
El acuerdo judicial implica un pacto de silencio o de confidencialidad entre las partes. Ni Agú ni Viola ni representantes de PRH podían difundir pormenores del caso. Pero para algunos, Agú rompió ese pacto el 25 de febrero, en una publicación de Facebook donde alude a la autora como amarillista. «No querías que hablen de tu vida privada. Sin embargo lo hicieron. ¿Qué no entendieron esos amarillistas?», escribió. Viola se había reunido con Agú tres veces mientras escribía el libro y lo recuerda como a una persona generosa, que le abrió los archivos de Migré y se mostró muy dispuesto a contar anécdotas. Agú aparece en el capítulo 3 de la biografía y su nombre figura en los agradecimientos.
Para muchos lectores que se expresaron en redes sociales, la decisión de Agú enmascara un intento de censura e incluso sienta un precedente incómodo para futuros biógrafos. El guionista y heredero rechaza esa acusación. «Mi defensa fue la defensa del derecho de autor, ganado por los que escribimos cine, televisión y teatro, y es irrenunciable. No se puede usar obra de otro autor sin autorización. Nuestro capital es la propiedad intelectual», dijo. Y agregó que su opinión en Facebook era personal y consistía en una mirada crítica al modo en que se narra la vida de una persona. «Alberto no quiso contar su vida personal, entonces ¿por qué la cuentan cuando está muerto?», dijo. Para negar las acusaciones de homofobia en su contra, refirió que él había luchado por la sanción de la ley de matrimonio igualitario y se había casado con un hombre. «Se hablaron de privacidades que él no quiso contar», remarcó.
No obstante, el propósito del libro de Viola no era contar la vida sexual de Migré ni, como se señaló, «desclosetar» a un autor homosexual. «Un libro quitado de circulación y tildado de amarillista genera indignación y también curiosidad -dijo la autora-. Aunque no se pueda comprar, se va a leer. En ese sentido, quisiera evitar falsas expectativas. No van a encontrarse con escenas de alcoba ni con los nombres de los actores que amó Migré o con quienes tuvo sexo». Mientras escribía el libro, varios entrevistados se habían mostrado dispuestos a contar intimidades del afamado guionista. «Este libro trabaja y ronda la idea del secreto en una época en que todo pasaba a oscuras, pero en ningún momento evado la importancia que tuvo el factor homosexual en su obra, en su vida y en las críticas que recibió por afeminado y por escribir para señoras», señaló Viola.
Consultadas por este diario, autoridades de PRH asumieron que el error se había cometido dentro de la editorial, al publicar un libro con fragmentos de otro autor que, por su extensión, no se ajustaban a lo dispuesto por ley. «La editorial respeta los derechos de propiedad intelectual a la vez que respalda la libertad de expresión. Por eso, está abierta a la publicación de una nueva versión del libro que respete esa propiedad intelectual de terceros y mantenga la vigencia de la investigación de la autora», expresaron en un breve comunicado.
«Es cierto que Juan Boido, el director de la editorial, me propuso rehacer el libro sin las citas», declaró Viola. Esa segunda edición implicaría un trabajo de reescritura, ya que no se trata solo de eliminar las citas de Migré sino también de «reponer el sentido». Viola indicó que tampoco le dieron alguna seguridad frente a un posible nuevo reclamo del derechohabiente. «De hecho, la editorial me ofreció tardíamente asesoramiento con un equipo legal que ni siquiera había leído el libro», agregó. ß