El Instituto Cervantes y la editorial Espasa presentaron el libro Las 100 dudas más frecuentes del español, una guía sencilla, útil y amena para resolver las vacilaciones habituales sobre el uso correcto del idioma, dirigida a un público muy amplio que desea expresarse con arreglo a la norma culta.
Acentos, signos de puntuación, concordancia, preposiciones, leísmo, extranjerismos, errores en el significado… La lista de dudas para cualquier hispanohablante es larga, y este volumen ayuda a aclararlas para saber hablar y escribir bien.
El director del Instituto Cervantes destacó en rueda de prensa que el libro combina divulgación y rigor académico. Es una obra útil para consultar en cualquier momento, dijo Luis García Montero, y que contribuye a consolidar la unidad y mantener la cohesión del español. El idioma, insistió, «no tiene dueños, es un territorio vivo cuyos dueños son los hablantes».
Florentino Paredes, coordinador de la obra (que ha escrito junto con Salvador Álvaro y Luna Paredes), afirmó que el libro aclara las dificultades más persistentes con el máximo rigor y sencillez posibles. Las 100 dudas se convierten en realidad en unas 1600 aclaraciones, ya que cada pregunta incluye en su respuesta otros muchos aspectos relacionados. Aunque el enfoque a veces es normativo (puesto que hay normas taxativas), la mayoría de las veces es flexible: señala lo que es aceptable, preferible o no recomendable.
Pilar Cortés, editora del libro, dijo que «no hay excusas para tener dudas» gracias a este nuevo título de 194 páginas, editado en formato de bolsillo y a un precio asequible (14,90 euros).
La obra sigue el esquema y la senda de Las 500 dudas más frecuentes del español, que editaron el Instituto Cervantes y Espasa en 2013 y que vendió unos 40.000 ejemplares. El siguiente título deberá ser El español sin dudas, bromeó Florentino Paredes.
¿Dónde se habla mejor?
El libro se organiza en diez capítulos, lo que facilita su lectura, consulta y búsquedas. Comienza planteando dos cuestiones: ¿cuál es el nombre de la lengua: castellano o español? (ambos términos son sinónimos e igualmente válidos y correctos) y ¿dónde se habla el mejor español o castellano?
La respuesta a esta pregunta (que no hay un país, región o ciudad concretos donde se hable mejor el idioma) fue elogiada por Luis García Montero, quien dijo haber sufrido críticas por su acento andaluz. Los matices, las variedades y las diferentes formas de hablar «enriquecen el español», insistió; lo importante es mantener la cohesión y usarlo lo mejor posible.
El apartado de ortografía es el más extenso, con 26 preguntas. Aborda las palabras que contienen b o v, si es lo mismo acento que tilde, por qué no llevan tilde las palabras fue, dio, vio y fui, cuándo se escribe si no y cuándo se escribe sino, cuándo llevan tilde solo y este, o qué es un diptongo, un triptongo o un hiato.
Sobre puntuación, se aclara si se puede poner una coma antes de y o después de pero, o si hay que escribir mayúscula después de los dos puntos o de los puntos suspensivos. Cómo se deben escribir números con letras y las abreviaciones y resaltes tipográficos (títulos, citas, diferencia entre siglas y acrónimos…) ocupan los dos siguientes capítulos.
También se contienen preguntas relacionadas con el género gramatical (¿sirve la @ para referirse a los dos géneros a la vez? ¿es mejor decir la médica o la médico?) y con los verbos irregulares (¿imprimido o impreso? ¿es correcta la forma iros).
Los dos últimos capítulos resuelven dudas sobre la construcción de las frases (concordancia, queísmo y dequeísmo; leísmo, laísmo y loísmo; uso de preposiciones y conjunciones, pronombres personales… así como sobre el léxico y varios significados (oír/escuchar, bienal/bianual, actitud/aptitud, pan rallado/pan rayado).