Matt Salinger, el hijo de JD Salinger (Nueva York,1919 – Cornish, Nuevo Hampshire, 2010), confirmó en exclusiva al diario The Guardian que su padre, mundialmente conocido por su única e icónica novela, El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye), obra maestra publicada en 1951 popularmente conocida como El cazador oculto por su traducción española–, escribió una gran cantidad de textos que, hasta ahora, habían permanecido ocultos, y adelantó que irán publicándose en los próximos diez años.
Según contó, tanto él como la viuda de su padre, Colleen O’Neill –ambos a cargo del legado literario del escritor- trabajan desde 2011 y a ritmo acelerado en los últimos meses para que los textos desconocidos para el público puedan llegar cuanto antes a las librerías de todo el mundo.
Misterioso. Salinger, en 1950. Diecisiete años después se “esfumó” de la vida social.
Los rumores circulaban hace años: se sabía que el escritor había continuado trabajando durante décadas durante sus últimos años, después de recluirse en el barrio neoyorquino de New Hampshire y retirarse de la vida social, y se desconocía el paradero de ese material, actualmente en posesión de su familia. Esa es la producción que se conocerá próximamente, según da por hecho el diario anglosajón.
Según el hijo del gran escritor –de cuyo nacimiento se cumplieron 100 años el pasado diciembre y que se convirtió en un clásico de la literatura moderna estadounidense casi desde el mismo momento de la publicación de su novela El guardián entre el centeno-, su progenitor “estaba lleno de ideas” y tenía “un cuaderno sobre cada silla”, para verter por escrito sus pensamientos, con el único propósito de entretenerse y pasar el tiempo en soledad.
«Lo hacía para reírse, y dejaba ese material ahí porque pensaba que su obra estaría mejor sin interactuar con la sociedad y, en especial, con los agentes literarios», señaló. Según la mirada de su propio hijo, lo único que le interesa a Salinger, más allá de la publicidad o el reconocimiento público, era escribir. Cuando murió, a los 91 años, en 2010, llevaba medio siglo sin publicar nada.
De incógnito. Después de publicar «El guardián entre el centeno» (1951) Salinger se recluyó en una casa del barrio de New Hampshire.
Tampoco daba notas ni dejaba que le tomaran fotografías, lo que lo convirtió en uno de los autores norteamericano más enigmáticos.
La gran gran pregunta que se hacen sus seguidores es sobre qué escribió, una incógnita que los herederos del autor de Un día perfecto para el pez banana, aquel cuento magistral que impactó en la sensibilidad de sucesivas generaciones de escritores y lectores, no están dispuestos a revelar, al menos por ahora.
Lo qué sí adelantó Matt es que ese contenido supone una ruptura respecto de lo hecho por su padre anteriormente: “Se hace hace evidente que intentaba hacer algo diferente”, dejó entrever. “Es mucho material y vamos tan rápido como podemos con este asunto, cuando esté listo, lo vamos a compartir”.
Después de haber publicado su única novela y haber elegido el ostracismo voluntario, Salinger publicó las colecciones de relatos Nine Stories (Nueve cuentos) en 1953; Franny y Zooey, en 1961; y, en 1963, una colección de novelas cortas Raise High the Roof Beam, Carpenters and Seymour: An introduction (Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción), protagonizados por la disfuncional familia Glass.