Los colores de la tumba de Tutankamón recuperaron su brillo y esplendor gracias a un proyecto de restauración que se extendió por una década y que acaba de ser presentado al público.
Los vivos colores de la tumba de Tutankamón, el faraón más conocido de Egipto, han recuperado su brillo y esplendor (EFE)
El equipo que trabajó en la restauración encontró que las pinturas murales estaban en condiciones relativamente estables, más allá de la descamación y la pérdida de pintura causada por las inconsistencias en los materiales.
El Getty Conservation Institute (GCI), con sede en la ciudad estadounidense de Los Angeles, anunció que terminó la restauración de la tumba de Tutankamón, en el Valle de los Reyes de Egipto y descubierta en 1922 por el británico Howard Carter.
El proyecto, una colaboración entre el GCI y el Ministerio de Antigüedades egipcio, se centró en la conservación de la tumba y en la creación de un plan sostenible para su tratamiento en el futuro.
El trabajo realizado por el Instituto de Conservación Getty busca reducir las raspaduras y el daño causado por el polvo, así como los microorganismos que crecen con el aliento y la humedad que traen los turistas. (EFE)
La pequeña tumba del llamado «faraón niño», que murió en el 1300 antes de Cristo y es uno de los iconos del Valle de los Reyes, está ahora en mejores condiciones que cuando la descubrió Carter, dijeron a la agencia española EFE arqueólogos egipcios y del equipo responsable del proyecto.
El arqueólogo Neville Agnew, uno de los responsables del GCI, explicó que la tumba no estaba en condiciones «tan malas» cuando comenzó el proyecto, ya que el estado de las pinturas era relativamente estable.
«Hicieron el trabajo más impresionante jamás hecho en una tumba en el mundo y salvaron a Tutankamón, salvaron la tumba», dijo el renombrado egiptólogo Zahi Hawas.
La momia de Tutankamón, en su tumba (Reuters)
Los frescos fueron dañados principalmente por unos hongos que causaron centenares de pequeñas manchas marrones que salpican las pinturas, algo único en una tumba del Valle de los Reyes, pero los investigadores tienen certeza de que ya no representan un peligro.
«Creemos que los puntos marrones surgieron porque la sellaron demasiado rápido. Había mucha humedad y aparecieron hongos. Hoy los hongos están muertos, nunca crecieron desde que Carter abrió la tumba, podemos comparar las fotografías», dijo Agnew.
No obstante, los conservadores no quisieron retirarlos porque penetraron la capa de pintura, por lo que se podría causar daños a los pigmentos.
Algunos arqueólogos advierten que si se continúa el turismo de masas, la tumba podría no durar mas de 500 años (EFE)
El proyecto de conservación incluyó la instalación de un sistema de ventilación y filtración de aire para mitigar la humedad, además de un nuevo sistema de iluminación LED y mejoras en la protección y presentación del sitio, incluida la instalación de nuevas tarimas de madera elevadas de observación.
Fuente: Télam