Haciendo historia por los distintos lugares turísticos de Río de Janeiro, llegamos hasta la ciudad de Cabo Frío, donde es probable que estuviese localizada la primera fortaleza portuguesa en tierras del atlántico Sur, en una isla rocosa, en inmediaciones de la Laguna de Araruama.
Este establecimiento colonial pionero, funcionó entre 1503 y 1512 y fue destruido por los indios Tupinambá, que mataron a sus ocupantes.
Años más tarde, en 1540, franceses frecuentaron el Puerto de Araruama y marineros se establecieron en el lugar para aprender la lengua Tupi-guaraní y servir de intermediarios entre los aborígenes contratados para transportar los troncos de Pau Brasil, (madera noble, muy buscada por esa época), hasta las embarcaciones galas.
Posterior a que los europeos se establecieran en Guanabara, los navieros de Francia construyeron una factoría-fortaleza, en la misma isla rocosa que usaron primitivamente los portugueses. Se la conocía como “Casa de Piedra”, tuvo un período útil de 20 años porque fue arrasada por los nativos de Río de Janeiro junto con tropas portuguesas, que esclavizaron o mataron a cerca de 20 mil Tupinambás.
Después de 1580, con la perdida de la Independencia de Portugal para España, fue muy común observar a navíos holandeses, franceses e ingleses llevándose el “Pau Brasil”.
En 1615, los lusos duplicaron la vigilancia militar sobre Cabo Frio, distinción que estuvo a cargo del gobernador carioca Constantino de Menelao y capturaron a varias embarcaciones francesas que traficaban la madera tan codiciada –Menelao era señalado por ser el socio secreto de los traficantes de “Pau Brasil” -.
A su regreso del Puerto da Barra de Araruama, el gobernador declaró que cinco navíos habían huido y describió que encontró varios ejemplares del árbol desparramados en el monte. Dijo que también halló una orden real para retornar a Cabo Frio y fundar una población que defendiese ese sector costero.
Con el apoyo de portugueses y unos 400 aborígenes, Menelao arrasó el establecimiento militar-comercial inglés, construyó la “Fortaleza de Santo Inácio”, dotada de 12 soldados y 7 cañones de bronce y fundó el 13 de noviembre de 1615, la “Cidade de Santa Helena do Cabo Frio».
En 1617, Martim Correia de Sá, Hidalgo de la Casa Real y Comendador de la Orden de Cristo (explorador del Brasil Colonial y gobernador de la Capitanía Real de Río de Janeiro), consideraba que la Fortaleza de Santo Inácio, era fácil de ser abordada por barcos enemigos y, luego de su aprobación por las autoridades de Lisboa, Portugal se decidió a construir un nuevo fuerte en Cabo Frio.
Narran los historiadores que se aprovechó mucho material del fuerte anterior, como tejas, maderas y piedras, así como también los 12 cañones, municiones y armamento que sirvieron en el nuevo “Forte São Matheus”.
En 1648, Salvador Correia de Sá, gobernador de Rio, retiró el armamento del fuerte y dejó abandonados a 24 moradores que permanecieron en Cabo Frio librados a la buena suerte.
En el siglo XVIII, el “Forte São Matheus” estaba armado con 7 cañones -uno de ellos sin poder ser utilizado- un oficial y siete soldados.
Tal era la pobreza en la fortificación, que durante la visita del emperador D. Pedro II, en 1847, al conocer el fuerte donde fue recibido con salva imperial de artillería y observar que faltaba todo, promovió el rearmamento de las fortificaciones brasileras y envió gran cantidad de piezas de artillería, además de cinco cañones de grueso calibre de acero que en la actualidad se observan en el lugar.
Desde el inicio del siglo XVIII hasta fines del siglo XIX, se hicieron modificaciones en la fortaleza. En 1899, el “Forte São Matheus”, pasó a ser usado por el municipio para aislar a leprosos y abrigar aenfermos terminales de las graves epidemias que asolaban Cabo Frio en esa época.
Décadas más tarde, sin mantenimiento, el fuerte fue abandonado y a fines de los años 30 estaba en ruinas. Con el advenimiento del turismo a Cabo Frío, a principios de 1960, el municipio y aportes privados recuperaron este lugar histórico que es postal de la ciudad.
===============================================================
Alberto Curia es Consultor Turístico en todos los destino de Brasil
Brinda servicio exclusivo y personalizado, ofrecido por profesionales con experiencia y capacitados en el área de turismo.
Proyectar un buen viaje es fundamental para disfrutar mejor los destinos turísticos que Brasil tiene para ofrecer: Río de Janeiro, Búzios, Cabo Frío, Arraial do Cabo, Río das Ostras, Salvador Bahía, Porto de Galinhas, Florianópolis, Bal. Camboriú, Governador Celso Ramos, Itapema, Fernando de Noronha, Cataratas del Iguazú (Foz do Iguaçú), o el destino que Ud. proponga.
Planificar un viaje no es tan fácil como imaginamos; es preciso tener conocimiento, experiencia y seleccionar buenos prestadores de servicios con informaciones precisas y confiables.
Con el objetivo de ayudar a los turistas a economizar tiempo y dinero, ofrecemos nuestra responsabilidad como Consultor de Viajes.
Destinos en todas las playas; Hoteles, Posadas, Restaurantes, Alquiler de autos, Excursiones, etc.
Informes: [email protected]