Celebraron en la Legislatura porteña los 50 años de “Libertango”, la obra con la que Astor Piazzolla rompió los moldes

Se cumplen cinco décadas de una pieza tan admirada como revolucionaria dentro del 2×4.

Astor Piazzolla en vivo en los años 70, tiempos en los que adoptó una nueva estética compositiva y sonora, los tiempos de Libertango.

En el año del aniversario de los 50 años de Libertango, obra de Astor Piazzolla, se realizó un evento en el Salón Dorado del Palacio de la Legislatura de la Ciudad, para conmemorar al maestro argentino.

El evento contó con la presencia de la Orquesta Juvenil Municipal Jorge Lazbal con la dirección de Pablo Lazbal, y con invitados especiales como Walter Ríos & Mariel Dupetit, entre otros.

En mayo de 1974, Astor Piazzolla grabó el primer disco de lo que podríamos llamar su “período italiano”, en el cual experimentó con una base eléctrica de jóvenes músicos italianos vinculados con el jazz, una pequeña orquesta de 10 miembros y una nueva estética sonora y compositiva. Denostado en un primer momento, el tema que da nombre al disco se transformó en un emblema eterno de su genialidad.

Con su maravilloso noneto disuelto, Astor viajó a Italia en marzo de 1974 y se instaló en Roma en un departamento cercano a Piazza Navona. Había firmado un contrato con el productor italiano Aldo Pagani y a instancias de este grabó un trabajo totalmente distinto de todo lo hecho hasta el momento en la ciudad de Milán. El disco Libertango contiene una saga de siete canciones con títulos articulados con la palabra tango, y una nueva versión de su célebre “Adiós Nonino”. Fue grabado en los estudios Mondial Sound de Milán junto con un pequeño grupo de jóvenes sesionistas italianos y una pequeña orquesta, dando un giro a su música, más rítmica, accesible y directa, pero igualmente genial. Sería la llave para el comienzo de la conquista definitiva del público europeo: además del célebre tema homónimo, el disco contiene varias piezas brillantes y esa nueva versión de “Adiós Nonino” que es mucho más interesante y adelantada de lo que su mala fama presupone (una versión sin cuerdas ni piano, con bajo eléctrico, batería, bandoneón doblado y un órgano que aparece sobre el final del tema que lo asemeja a lo que hacía el inglés Keith Emerson con su grupo progresivo Emerson, Lake & Palmer).

El tema “Libertango”, esa genialidad de tres notas y una cadencia repetitivamente simple, que en su aparente simpleza (o “pobreza”, como han señalado algunos “académicos”) esconde un standard que posee un arreglo maravilloso (“¡es el arreglo, estúpido!”), algo completamente revolucionario. “Libertango” es un tema de una dinámica increíble (a lo Quincy Jones, alguien que Astor escuchaba mucho por esa época) que aglutina en sí mismo toda la música popular del siglo XX: es tango, es pop, es jazz, es rock, es easy listening, dura menos de tres minutos y fue compuesta con el objetivo de “entrar” en el mercado europeo con algo accesible y sencillo para poder escucharse por la radio.

Reversionada

Obviamente que no estamos ante una obra de la magnitud y riqueza instrumental de “Retrato de Alfredo Gobbi” o “Concierto para quinteto”, ni tiene ningún solo destacable, pero es una suerte de “música molecular” que actualmente versionan de orquestas sinfónicas a bandas de heavy metal en todo el mundo.

Los músicos que tocaron como base rítmica –Giuseppe Prestipino en bajo y Tullio de Piscopo en batería– solían formar parte también de la banda europea de acompañamiento del saxofonista Gerry Mulligan. “Estaba en el auto con Gerry y se me ocurrió dejarlo escuchar el casete con la grabación de ‘Libertango’. Gerry se sintió inmediatamente abrumado, enloquecido y encantado con el sonido, la melodía, esa nueva onda rítmica y penetrante”, recuerda Tullio De Piscopo. “Inmediatamente me dijo que le gustaría hacer algo con Astor Piazzolla y no perdí el tiempo. Los puse en contacto a través del productor Aldo Pagani y así cobró vida lo que ese mismo año sería el disco Summit o Reunión cumbre”.

Astor Piazzolla en 1978
Astor Piazzolla en 1978Silvio Zuccheri – Muestra Piazzolla 100/CCKirchner

Además de volver a cambiar algo que sería constante en su forma de evolucionar en su música, el formato, la armonía será otro de los elementos novedosos de Piazzolla, quien introduce relaciones armónicas propias del jazz rock en boga por esa época, y con ello brinda otra nueva sonoridad al género, cuya tradición se basaba en la armonía clásica. Hoy, 50 años después, “Libertango” sigue despertando la misma admiración y pasión que el día de su estreno, convirtiéndose en uno de los temas emblemáticos de la música del siglo XX, siendo adoptado a todos los estilos e instrumentaciones existentes. El tango de Piazzolla finalmente alcanzó la libertad que siempre había buscado.

El autor es Marcelo Gobello, periodista y escritor, académico de la Academia Nacional del Tango, la Academia Porteña del Lunfardo y miembro honorario de la Fundación Astor Piazzolla.

Fuente: La Nación.