«Intensamente 2»: Los asesores psicológicos de la película exploran las emociones que afloran en la adolescencia

Dacher Keltner y Lisa Damour, asesores psicológicos de la película Intensamente 2, exploran las emociones que afloran en esta etapa de la vida y aconsejan abrazar e integrar a las más incómodas

Un torbellino de nuevas sensaciones, en la cabeza de Riley, la protagonista Disney

Detrás de la película Intensamente 2, que explora las emociones en conflicto de una chica de 13 años atravesando la pubertad, están Dacher Keltner Lisa Damour. Ellos son los asesores psicológicos que aportaron sus conocimientos sobre las transformaciones a nivel mental que se producen durante la adolescencia, para mostrar, desde la ficción de la animación, un acercamiento a las mentes de chicos reales.

Keltner es uno de los más famosos científicos estudiosos de las emociones. Es profesor de psicología en la Universidad de California, Berkeley y director del Greater Good Science Center. Escribió numerosos libros y artículos, fue el asesor científico en la película Intensamente.

Damour es psicóloga clínica, recibida en Yale e hizo un master en psicología clínica en la Universidad de Michigan. Es consejera senior del Schubert Center for Child Studies en Case Western University, escribió numerosos artículos científicos y libros de educación y desarrollo infantil. Trabaja como psicóloga clínica, da charlas en colegios y otras instituciones y empresas.

–En primer lugar quiero felicitarlos por esta película maravillosa que con imágenes increíbles hace comprensible para padres e hijos esta etapa del comienzo de la adolescencia. ¿Qué les gustaría sugerir a los adolescentes para que presten atención especial durante la película?

–Lisa Damour: Los adolescentes van a sentirse vistos y entendidos, en primer lugar por el reconocimiento y apreciación de lo intensamente sintonizados que están con las cosas que les ocurren, que les impactan y resuenan con mayor intensidad. Desde su hipersensibilidad ellos ven pistas sutiles, como la escena del auto en que Riley registra que sus amigas están callando algo. En esta etapa las emociones se ponen de golpe muy poderosas, las preocupaciones y la ansiedad por lo que se les viene se apoderan de ellos y alivia ver que no son los únicos a los que les pasa. Lo que me gusta de la forma en que lo plantea la película es que los temas no se ven como defectos de los adolescentes sino como una celebración de los rasgos que los hacen únicos y las fortalezas que eso les acarrea. Los adolescentes van a percibir que la pantalla grande comparte con ellos experiencias de situaciones muy privadas, que viven con mucha intensidad e incomodidad y sus tremendas preocupaciones de lo que se les viene. Al verlo se van a sentir menos solos y que no necesitan ser perfectos, que son humanos, que todos tienen defectos y que de todos modos son buena gente y valiosos.

–Y eso les permite aceptar todo lo que sienten y piensan, recuperar lo suprimido o no reprimir tantas ideas, emociones sentimientos…

–Dacher Keltner: El sistema de creencias está tan preciosamente presentado con sus complejidades y al final les permite a los adolescentes abrazar las contradicciones y ver que la mayoría de los seres humanos son amables, considerados, también extraordinariamente egoístas, temerosos, valientes, enjuiciadores… Es parte de la condición humana y es tan saludable reconocerlo y aceptarlo. Es tan importante que vean cómo todas las emociones se abrazan y trabajan juntas, sin rechazar ninguna. Necesitamos todas nuestras emociones para navegar nuestras vidas sociales complejas. Hay señales que indican que tener registro de la riqueza de las emociones propias en un nivel adecuado permite alcanzar una vida con sentido.

En la adolescencia las emociones se ponen de golpe muy poderosas
En la adolescencia las emociones se ponen de golpe muy poderosasShutterstock

–¿Y qué sería bueno que miraran los padres y otros adultos? Porque seguramente vean juntos la película, o no, pero de todos modos recomiendo a padres de adolescentes que la vean.

–LD: Me gustaría que los padres sepan que van a enfrentar muchas incomodidades y situaciones inesperadas. Ellos suelen sentirse rechazados cuando sus hijos empiezan a preferir pasar tiempo con sus amigos y no con ellos, se enojan ante el estallido de emociones tan intensas, se sienten solos, creen que hay algo que está realmente mal y no saben con quién hablarlo. Si hay algo realmente mal en sus hijos, o en ellos, o en la familia. Lo que me gustaría que vean es cómo es el curso normal de la adolescencia, de por sí desafiante y disruptiva y que no necesitan preocuparse por lo que está sucediendo en la vida de sus hijos, que lo que encuentran en casa es normal y forma parte de la compleja etapa de la adolescencia.

–DK: Me preocupa el perfeccionismo de las chicas en muchos países, que muchas veces viene de los mismos padres, con sus propias creencias de cómo deberían ser sus hijos e hijas y es bueno que los padres reflexionen sobre la forma en que los presionan. Riley expone sus distintos aspectos y los integra.

–Pero necesita tiempo para hacerlo, no retos, desilusión o lecciones de vida de sus padres. Es que los adultos tenemos nuestro sistema de creencias y con la mejor de las intenciones queremos “aplicarlo” a nuestros adolescentes, sin darles tiempo a hacer sus propios procesos. ¿Alguna otra emoción que les hubiera gustado que aparezca en la película?

–DK: Había alrededor de veinte para seleccionar, a mí me habría gustado que queden la compasión o el asombro, emociones más éticas del ser humano, me parecen fundamentales y ojalá aparezcan en una secuela de la película.

–LD: Creo que quedaron las correctas para esa historia. Me hubiera gustado que quede alguna otra emoción “incómoda”. A la gente le cuesta integrar esas emociones, pero todas son importantes para aceptar e integrar. Los adultos y chicos están mucho más molestos y preocupados de lo que podrían estar ante ellas. La salud emocional no significa sentirse bien sino tener acceso a una enorme variedad de emociones y adquirir los recursos para manejarlas.

–En la película se habla de no suprimir emociones sino integrarlas.

–DK: El suprimir las emociones afecta a la persona entera, afecta fisiológicamente, estresa, estamos menos felices, influye en nuestras interacciones. Lo que hace bien es estar atentos a las emociones, nombrarlas, ver de dónde vienen y contar su historia. Ver cómo se aplican en esta situación y permitirles guiarnos de forma sabia e integrar. Esto es para todas las emociones y estas son buenas noticias para las salud física y mental. Tal como dice Lisa abracemos las emociones incómodas, aprendamos de ellas en lugar de suprimirlas o medicarlas.

–Es todo un tema en la adolescencia, la necesidad de encajar dentro del grupo, lo que no les permite pertenecerse a sí mismos y buscar grupos donde puedan mostrar cómo son sin necesidad de “disfrazarse”.

–LD: Es difícil porque la tarea de los adolescentes es aflojar el vínculo con la familia y fortalecerlo con sus pares. Pasan muchos momentos de ansiedad buscando encontrar su lugar. A los 15 ya van a tener una imagen de sí mismos más clara, los adultos no podemos resolverlo por ellos, podemos darles tiempo, quererlos, ofrecerles nuestra perspectiva haciéndoles saber que se les va a pasar. No creo que haya una “cura” para la etapa de 12 a 14 años.

–¿El cuartel general está ante una demolición (como dice la película) o ante una reconstrucción para hacer más lugar para nuevas emociones?

–LD: Tenés razón, es una renovación, que va a permitir que la “consola de control” crezca, pero ellos lo perciben como un embrollo, sucio, desprolijo, ampliamente disruptivo. Es bueno que tanto padres como hijos vean que ese lío es normal, aunque sea incómodo, aunque los chicos estén desregulados por momentos, y que todo eso está al servicio del desarrollo y crecimiento.

–DK: La crisis adolescente es una reconstrucción, pero vemos que en las crisis o ante los traumas, primero viene la demolición, para hacer lugar a nuevos sentidos de identidad. Es desafiante y a la vez reconfortante para los padres saber que su hijo de 13 años puede hacerles sentir que la vida familiar se detuvo y todo estalló, pero que todo eso dará paso a cosas nuevas y maravillosas.

En Intensamente 2, Riley tiene 13 años y da sus primeros pasos en el mundo adolescente
En Intensamente 2, Riley tiene 13 años y da sus primeros pasos en el mundo adolescente

Fuente: La Nación