Desde hace un tiempo a esta parte, nos fuimos interesando cada vez más por los países de esa cultura milenaria, llena de encanto y de misterio, a la que fuimos descubriendo gracias a las novelas televisivas como “Scherezade”, “El Sultán”, “Mi vida eres tú” entre otras.
Ellas nos abrieron la puerta de un mundo desconocido, pero fascinante y muchos de nosotros quisimos ir a recorrer países como Turquía, Marruecos, Dubai, por mencionar algunos ejemplos.
Tal es mi caso, ya que estas vacaciones tuve la gran oportunidad de viajar a la República Soberana de Turquía y dejarme encantar por esos escenarios tan pintorescos como misteriosos, a los que ya podía intuir en las novelas citadas.
Poder caminar por las callecitas de Estambul, medio laberínticas, que ascienden y descienden irregularmente, donde los vendedores pregonan todo tipo de artículos exquisitos en lenguas incomprensibles fue una experiencia única.
Uno de los hechos más curiosos fue ver a las mujeres turcas, vestidas con diferentes tipos de indumentaria, desde el simple pañuelo Hiyab, el cual sólo les cubre el cabello, las orejas y el cuello en señal de respeto y para refugiarse de las miradas o con el chador, una túnica negra, que apenas les permite mostrar el rostro y las manos.
Pero dependiendo de la rama de la religión que profesen, tal es el caso de la rama del Islam wahabita, deberán cubrir todo el cuerpo con la misma túnica negra ,el niqab, la que sólo les permite mostrar los ojos a través de una exigua ranura, mientras que las que viven en países como Afganistán, bajo el dominio de los talibanes, deberán aún esconder esos bellos ojos turcos detrás de la tan inflexible burqa , que difícilmente permite adivinar esa belleza, porque están ocultos detrás de un velo con una rejilla que los esconde.
También, debo decir que la mayoría de las mujeres turcas se están occidentalizando cada vez más y muchas de ellas se visten a la usanza occidental de modo que no portan ningún tipo de velo.
Turquía debe esta modernización al oficial Mustafá Kemal Atatürk (padre de los turcos), quien a partir de 1923, asumió el poder y combatió a los ingleses y franceses en la famosa batalla de Gallipoli librándolos de esta opresión , por lo que el pueblo turco lo considera el padre de la patria.
- Oficial Mustafá Kemal Atatürk
Gracias a sus ideas innovadoras, las mujeres comenzaron a gozar de mayores derechos civiles como el sufragio, el poder casarse libremente sin la imposición de sus padres, el poder estudiar, trabajar entre otros.
Turquía es un país laico, que respeta la libertad de culto, pero en un noventa por ciento, practican el Islam. Hay aproximadamente, más de 5.000 mezquitas sólo en Estambul y todas gozan de una suntuosidad digna de admiración.
Uno de los exponentes más lujosos y representativos es la de Suleiman (Solimán), construida entre 1550 a 1557 por Solimán I, el Magnífico; es una mezquita imperial otomana, situada en la tercera colina de Estambul, la más grande de la ciudad que sirvió de residencia a este notable sultán y es allí, donde reposan sus restos junto a los de su esposa e hija y también, los del arquitecto armenio Sinan, quien fue su diseñador.
- Mezquita de Suleiman
Luego la mezquita Azul ( construida en el siglo XVII) para apaciguar la cólera de Alá. Última mezquita del periodo otomano, que debe su nombre a los 20000 azulejos azules fabricados en Iznik. Ostenta 6 minaretes, los que le confieren su grado de importancia sólo superada por la mezquita de Kaaba en La Meca con 7.
- Mezquita Azul
- Mezquita de Kabaa
Los musulmanes comienzan sus cinco rezos diarios a las 5.30 de la mañana, y estos se oyen en toda la ciudad gracias a los altoparlantes de cada mezquita.
Otro edificio imponente es el de Hagia Sofía ( Sagrada Sabiduría) ahora, convertida en museo ; allí, pudimos ingresar a visitarla sin descalzarnos como es norma imprescindible en las otras dos mezquitas mencionadas.
- Hagia Sofía
No puedo dejar de mencionar al famoso palacio Topkapi, el cual fue el centro administrativo del imperio otomano entre los siglos XV y XIX. Este museo resulta hermoso de recorrer por sus cocinas imperiales, su salón de armas, su salón de joyas, su biblioteca, donde el sultán se retiraba a leer los libros sagrados, el salón de conferencias y demás.
- Palacio Topkapi
Por último, debo mencionar al Grand Bazaar, el mercado más grande del mundo con 45.000 metros cuadrados, en los que hay 3.600 tiendas, atendidas por 20.000 personas; allí, se pueden adquirir todo tipo de artesanías, joyas, relojes, alfombras, especias, lámparas, y demás artículos sin olvidar los exquisitos tés turcos.
Viajar por Turquía ha sido una experiencia única, enriquecedora, educativa mediante la cual, no sólo pude conocer suntuosos exponentes arquitectónicos, sino también, valorar la amabilidad de su gente, la que, en cualquier circunstancia y sólo por cortesía, invita al turista con una taza de humeante té de exquisitas fragancias y delicados sabores.
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Patricia Giuffré es Profesora y Licenciada en Letras. Ya editó varios libros, y conduce un programa en el canal Santa María llamado “Protagonistas por Siempre” que destaca los valores de distintas personalidades de la literatura, la historia, la religión y otras disciplinas.
El programa hace 9 años que se emite por la señal 424 de la televisión abierta, y se retransmite por telecentro, telered y el Canal de Ciudad.
El objetivo de esta nueva columna “Crisol” es volver a la fuente de los valores éticos, eternos y universales que nos mejoran como seres humanos y como sociedad.
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