Septiembre, el mes del cine argentino: las grandes apuestas de la temporada de premios llegan a las salas, de El jockey a José de Zer

Los títulos más importantes y de mayor proyección internacional llegarán a los cines locales en las próximas cuatro semanas: se destacan El jockey, El aroma del pasto recién cortado, El hombre que amaba los platos voladores y Linda

El hombre que amaba los platos voladores, con Leonardo Sbaraglia, una de las apuestas fuertes del cine argentino en 2024 Federico Romero / Netflix

¿Hay un momento del año en el que el cine argentino se convierte en el verdadero protagonista de la historia? ¿Tienen las películas de producción nacional un tiempo que pueda reconocerse fácilmente en el calendario? Un primer vistazo por los títulos más convocantes de nuestra historia reciente en la pantalla grande adelantan lo que está por pasar este año.

El secreto de sus ojos (2009), Relatos salvajes (2014), El clan (2015) y El ángel (2018), éxitos indiscutidos de crítica y de público en todos los casos, llegaron a los cines locales en el mismo mes: agosto. A Argentina, 1985 le tocó en suerte su estreno local a fines de septiembre de 2022. Y de la lista de las películas nacionales más taquilleras de la última década y media solamente El robo del siglo (2020) fue lanzada en enero.

Nahuel Pérez Biscayart y Ursula Corberó en El jockey
Nahuel Pérez Biscayart y Ursula Corberó en El jockey

Quedarían afuera de la lista Metegol (2013) y Mamá se fue de viaje (2017), que por su carácter y espíritu de propuestas dirigidas a toda la familia fueron programadas en el calendario de estrenos para una fecha alineada con las vacaciones de invierno. De todas maneras, este dato también funciona de manera involuntaria con una tendencia general que se fue configurando casi de manera natural desde comienzos de la década pasada hasta hoy.

El cine argentino más ambicioso, el que apuesta más fuerte y confía además en el poder de su proyección internacional, se presenta en sociedad en la segunda mitad del año. Y más precisamente entre agosto y septiembre.

Detrás de esta elección estratégica aparecen algunos factores intrínsecos y externos. En primer lugar, cada vez con más fuerza, entra a tallar el calendario internacional que pone en marcha la larga temporada alta de premios en el hemisferio norte. Hay fechas límite para la elección (a cargo de nuestra Academia de Cine) de las películas que nos representarán en la búsqueda del Oscar y del Goya. En el caso del galardón más importante de la industria, el que entrega la Academia de Hollywood, las reglas imponen este año la fecha límite del 2 de octubre para la presentación del título elegido.

También pesan la tradicional retracción de los estrenos fuertes de Hollywood, que ponen el freno y aplican una pausa en esta época del año, bisagra entre el final de los lanzamientos más poderosos del verano boreal y la llegada de las novedades programadas para los últimos dos meses del año. Aquí también pesan las exigencias del Oscar: hay que estrenar antes de fin de año para cumplir con los requisitos de la Academia en el caso de las películas estadounidenses. Así se abre una ventana para los lanzamientos locales más importantes.

Por último, la vidriera que ofrecen los festivales más importantes de este tramo del año (Venecia, San Sebastián, Toronto, Telluride, Nueva York) también permite la circulación de nombres y títulos de producción local que despiertan la atención del público, mucho más si consiguen alguna repercusión importante en esas presentaciones y competencias. Las mejores películas locales de los últimos años pasaron con éxito al menos por uno de esos festivales, que adelantaron el interés y la expectativa creada luego en el ámbito local.

La elección de la próxima película que nos representará en la carrera por el Oscar ejerce al menos este año una considerable influencia en el diseño del calendario y la determinación de las fechas de estreno de los títulos locales más importantes. La Academia del Cine local ya se empezó a mover en dirección al veredicto que deberá inexorablemente darse a conocer a más tardar el 2 de octubre.

Fue precisamente la Academia la protagonista, el pasado lunes, de un significativo encuentro entre los miembros de la comunidad cinematográfica local. La mayor parte de sus miembros, por lo que se vio en la ceremonia de entrega de los premios Sur, comparte la preocupación sobre el presente y el futuro de la pantalla local. En ese contexto también cobra significación toda esta seguidilla de novedades argentinas programadas para llegar a las salas de nuestro país a lo largo de septiembre.

El elenco de La práctica junto al director Martín Rejtman en la presentación de la película hace un año en el Festival de San Sebastián
El elenco de La práctica junto al director Martín Rejtman en la presentación de la película hace un año en el Festival de San SebastiánANDER GILLENEA – AFP

Todo confluye, por lo tanto, para que septiembre se convierta en el mes más trascendente de este año para el cine argentino. El calendario de estrenos comienza el sábado 7 con el estreno en la sala del Malba de La práctica, la última película de Martín Rejtman, que llega a la Argentina casi un año después de su presentación en la competencia oficial del Festival de San Sebastián 2023. Se anuncia como una comedia escasamente convencional (como es costumbre en su caso), ambientada en el mundo del yoga y protagonizada por Esteban Bigliardi, a esta altura convertido en el actor fetiche del realizador. Luego del lanzamiento se sumarán los circuitos de cine arte de las provincias y algún complejo de la ciudad de Buenos Aires.

El recorrido continúa el jueves 19 con un doble lanzamiento que ya empezó a despertar curiosidad y más de una expectativa. En la mayoría de los grandes complejos multipantallas, durante la tanda de trailers y anticipos previos a cada función, el público descubre las primeras imágenes de Linda, ópera prima de Mariana Weinstein que llega este año a los cines locales con el aval de ser la película argentina más importante programada en uno de los festivales clave del calendario anual de septiembre, el de Toronto. Allí se proyectará pocos días antes de su estreno local.

Linda se anuncia como un drama con toques de thriller que tiene como personaje central a una mujer de poderosa y magnética personalidad (encarnada por Eugenia “China” Suárez) que empieza a trabajar como empleada doméstica en la casa de una familia de buena posición económica. Las tensiones (sobre todo en el terreno de la atracción sexual) entre la recién llegada y todos los miembros de esa familia desencadenarán consecuencias inesperadas. Julieta Cardinali, Rafael Spregelburd y Minerva Casero completan el elenco protagónico.

Ese mismo día se anuncia el estreno en los cines locales de El aroma del pasto recién cortado, cuya carta de presentación más importante es la presencia como productor ejecutivo de Martin Scorsese, presente y muy activo en el momento en que ganó el premio al mejor guion en una de las secciones competitivas del Festival de Cine de Tribeca.

Una escena de El aroma del pasto recién cortado
Una escena de El aroma del pasto recién cortado

Dirigida por Celina Murga, que tiene a Scorsese como mentor y consejero desde hace casi una década, la película se asoma a las historias simultáneas de dos profesores universitarios, ambos casados y con hijos, que empiezan sendos romances clandestinos con estudiantes. Sin conocerse entre sí, los personajes viven situaciones que se conectan en términos de sentimientos y reacciones. Joaquín Furriel y la destacada actriz mexicana Marina de Tavira (una de las protagonistas de Roma, de Alfonso Cuarón) tienen a su cargo los personajes principales.

La otra gran jornada de septiembre para el cine argentino llega el 26 con otro doble estreno. Una de las novedades es El jockey, una coproducción internacional que llevó mucho tiempo de elaboración y que marca el regreso después de casi cuatro años de Luis Ortega, uno de los realizadores más originales del cine local. Presentada hace pocos días en la competencia oficial del Festival de Venecia, ya es la producción argentina más comentada en cuanto a su proyección internacional. Su destino en esa muestra se conocerá dentro de una semana.

Leonardo Sbaraglia personifica a José de Zer en El hombre que amaba los platos voladores
Leonardo Sbaraglia personifica a José de Zer en El hombre que amaba los platos voladores

Ambientada con el estilo de Ortega (un creador muy sensible a lo que viven personajes inclinados a escapar de cualquier convencionalismo, distintos al resto), El jockey tiene como protagonista a un legendario jockey (Nahuel Pérez Biscayart), al que su conducta autodestructiva le juega en contra, mucho más en el momento en que espera un hijo con Abril (la española Ursula Corberó), colega y compañera de stud. Un accidente inesperado complica las cosas para la pareja y para el empresario (interpretado por el mexicano Daniel Giménez Cacho) que maneja sus respectivas carreras.

La otra es El hombre que amaba los platos voladores, la nueva película de Diego Lerman, el aplaudido realizador de El suplente, La mirada invisible, Refugiado y Tan de repente. Fue seleccionada para participar este año en la competencia oficial del Festival de Cine de San Sebastián y se estrenará en los cines argentinos dos días antes del anuncio de los ganadores de esa muestra, la más importante del año en su tipo para el mundo hispanoparlante.

La película recupera a una figura de la televisión argentina que alcanzó en su momento ribetes casi míticos, José De Zer, periodista y animador que en 1986 recibe un llamado y una propuesta muy extraña que lo lleva a emprender un viaje a Córdoba acompañado por un camarógrafo. Al llegar al lugar, lo que descubre activa la imaginación de De Zer, que empieza a imaginar y llevar a la práctica un plan que le cambiará la vida para siempre.

Leonardo Sbaraglia personifica a la recordada figura de programas como Nuevediario y lo acompañan Sergio Prina (como el Chango, su popular camarógrafo), Osmar Núñez, María Merlino, Renata Lerman, Mónica Ayos, Norman Briski y Daniel Aráoz. Después de su paso por los cines, la película se incorporará el 18 de octubre al catálogo de Netflix, plataforma que sumó esta novedad a la lista de títulos de producción nacional anunciados bajo la denominación genérica de Hecho en Argentina.

No será lo único del cine argentino que llegue a las salas durante septiembre, pero sí lo más destacado. A esta lista hay que sumar un puñado de novedades más que se abre el jueves 5 con la llegada a los cines de la coproducción hispano-argentina Una jirafa en el balcón, protagonizada por Andrea Frigerio como una argentina radicada en España, exiliada y actualmente jubilada, que regresa a su país natal, del que escapó en 1978 (cuando militaba en una agrupación de izquierda e iba a ser secuestrada), para declarar en un juicio por la desaparición del padre de su única hija.

En ese momento descubre que ambos fueron entregados por un viejo amigo que colaboraba con la represión y las heridas del pasado reaparecen de la peor manera. La película fue dirigida por el argentino Diego Yaker y acompañan a Frigerio Fini Bocchino (hija de la actriz en la vida real), Juan Leyrado, Claudio Gallardou, Mimí Ardú y Mirta Busnelli.

También está coproducida entre la Argentina y España La estrella azul, del director aragonés Javier Macipe, la crónica (en clave de ficción, pero con algún apunte documental) del encuentro entre un rockero español (Pepe Llorente) en viaje por nuestro país y el “padre de la chacarera”, encarnado por Cuti Carabajal. Se estrena el 12 de septiembre.

Y el 19, finalmente, llegará Lo que queda, un drama intimista hablado en español y en inglés que se presenta como la ópera prima de la directora Mariela Escobar y narra el viaje real y simbólico de una mujer que regresa de Canadá a la Argentina en busca de las pistas y los recuerdos de la vida en común con un hombre que acaba de sufrir un accidente.

Fuente: La Nación